La historia debe contarse, hasta hacernos comprender su magnitud.
Imaginemos un lugar con coordenadas fijas y línderos verificables.
Hermosillo, viernes 5 de junio de 2009.
Aproximadamente al cuarto para las tres de la tarde, un incendio en la bodega estatal de Hacienda se propaga hasta llegar a la estancia infantil contigua: trampa mortal propiedad de integrantes distinguidos de la sociedad sonorense, entre los que se encuentra Marcia Gómez del Campo, pariente de Margarita Zavala.
El saldo es devastador. Fallecen veinticinco niñas y veinticuatro niños, cuyas edades promediaban los tres años.
Decenas más sufren lesiones graves. Familias destrozadas, a las que el gobierno en sus tres niveles ha tratado desde esa fecha con desprecio e insensibilidad.
Ese galerón no cumplía con los mínimos requisitos de seguridad. De inmediato todas las autoridades se lavan las manos. La mala praxis del Seguro, en todos sus niveles. El control de daños y la simulación oprobiosa se vuelven la única estrategia para eludir, al precio que sea, la verdad.
Lo repetimos una y otra vez durante cuatro años, y aún hoy cuesta trabajo creerlo. Vivimos en el presente perpetuo, donde se acumulan las ofensas y heridas que inflinge a los familiares de las víctimas nuestra miserable casta político-empresarial.
Escuchamos a Eduardo Bours (PRI), que a pregunta expresa de los medios poco después de la tragedia (‘¿Cómo se siente después de la derrota de su partido en las elecciones pasadas?), responde que ‘duerme como bebito’.
Observamos la transmisión oficial de Felipe Calderón, quien invitó a algunos padres y madres de víctimas del incendio a Los Pinos, el 30 de abril de 2010: Día del Niño.
Una serie de momentos que es el compendio de todos las infamias.
El Ministro Salvador Aguirre Anguiano exhorta a las familias mexicanas, durante la discusión en el pleno de la Suprema Corte para aprobar o rechazar el proyecto de Arturo Zaldívar que señalaba responsables con nombre y apellido, a ‘conformarse con las estancias que tenemos en el país. Sin duda son mejores que las de Haití’. Junio de 2010.
En las Naciones Unidas premian a las estancias infantiles de Sedesol (porque son muchas: más de diez mil), sin tomar en cuenta ningún criterio que considere su calidad. La oficina de Ban Ki-moon recibe una solicitud para que los padres de la Guardería se reúnan con el Secretario General para expresarle su repudio, en la fecha que él escoja. No hay respuesta alguna, casi un año más tarde.
Marisela Morales, ex titular de PGR y hoy cónsul de México en Milán, ante los justos reclamos de miembros del Movimiento por la Justicia Cinco de Junio abandona la sala de juntas donde se encontraban reunidos en la Ciudad de México. Los deja, literalmente, hablando solos.
Eduardo Medina Mora, ex procurador general, ex embajador de México en el Reino Unido y hoy adscrito a Washington, señala que el incendio de la Guardería ABC ‘no es delito grave’.
Daniel Karam asevera que la estancia infantil siniestrada ‘cumplía con todas las medidas de seguridad’. Hace unos días devela su foto en el IMSS, y vuelve a autoexaltar su trabajo al frente del Instituto. Obtiene el premio ITAM al Mérito Profesional (el mismo que le dan a Felipe Calderón el año pasado), en 2011.
Lo inconcebible en otro país que hubiese sufrido una catástrofe como ésta, aquí se vuelve rutinario. El incendio sirve para proyectar, aún más, distintas carreras políticas en ascenso. El panista Juan Molinar (quien aceleró la privatización de bodegas para niños cuando era titular del IMSS), o los tricolores Ernesto Gándara (ex alcalde de Hermosillo, hoy senador y precandidato a gobernador de Sonora), Claudia Pavlovich (también senadora del PRI, la cual en su momento recomendó por escrito ante el juez que llevaba la causa a los dueños de la guardería) y Abel Murrieta (ex encubridor estatal bajo el priísta Bours y el panista Guillermo Padrés, hoy diputado local), prosperan sin impedimento alguno.
Pero a pesar de todo, existen rendijas de optimismo. En ausencia de voluntad oficial -con aliados clave en la administración pública y las dos Cámaras- pudo aprobarse la Ley Cinco de Junio, que regula a todos los Centros de Atención y Desarrollo Infantil por primera vez en nuestra historia. Esto fue gracias al enorme esfuerzo y dignidad de los padres hermosillenses, cuyo único objetivo es que no vuelva a sufrir esta pérdida ninguna otra familia mexicana.
La batalla cultural sin duda se ha ganado. Lo confirman cientos o miles de artículos, ensayos u obras como ‘Nosotros somos los culpables’ de Diego Osorno, o su versión teatral escrita y dirigida por Humberto Robles; grandes documentales como ‘ABC Nunca Más’, de Pedro Ultreras (que actualmente se exhibe en la Cineteca Nacional), y ‘La Hora de la Siesta’ de Carolina Platt, que se encuentra en fase de posproducción.
Siendo aún candidato por la presidencia de México, Enrique Peña Nieto se comprometió -sin cumplir, ahora que ya es presidente- a que habría Justicia en este caso http://bit.ly/18aCtzy.
Los papás y mamás: víctimas de la negligencia criminal que derivó en la tragedia de la Guardería ABC, siguen esperando.
También una creciente franja de la sociedad que se resiste al letargo.
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Acompañemos a las familias este martes cuatro y miércoles cinco de junio. Que sepan que su lucha no la librarán a solas. En el DF, se tiene prevista una Caminata este martes a las 6pm, del edificio IMSS en Reforma hasta el Ángel de Independencia. Allá y como en años anteriores, se organiza una #VigiliaABC hasta las 5 pm del miércoles.
Entonces dará inicio la silenciosa #MarchaSolemnedelos49, al Zócalo. La jornada concluye con la proyección a las 8pm del documental de Pedro Ultreras, ‘ABC Nunca Más‘.
En Hermosillo, la Vigilia será en las afueras de la Guardería ABC el martes; la Marcha del Cinco de Junio partirá de este lugar a las 6 pm, hasta la Plaza Emiliana de Zubeldía.
Decenas de ciudades en México y el extranjero efectuarán eventos solidarios. Si quieren participar, chequen redes sociales y páginas como la del Movimiento 5 de junio o ABC49.