Pese a los llamados de la comunidad internacional a frenar la escalada bélica, Israel e Irán recrudecieron sus ataques entre el domingo 15 y la madrugada del lunes 16 de junio, dejando al menos 237 muertos y más de mil heridos. En medio del fuego cruzado, ambos países hicieron llamados a la población civil para que abandone zonas de alto riesgo, en una señal de que el conflicto podría intensificarse aún más.
Irán lanzó una nueva ofensiva que alcanzó infraestructura energética en Haifa, así como zonas de Tel Aviv y Jerusalén, provocando incendios. En respuesta, Israel continúa con la “Operación León Ascendente”, que comenzó el viernes con el ataque al comando militar iraní, dejando bajas en la cúpula de la Guardia Revolucionaria, incluyendo a Mohamad Kazemi y su segundo al mando.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que Irán pagará “un alto precio” por atacar civiles: “Lograremos nuestro objetivo de un solo golpe”. Por su parte, Teherán afirmó que su ofensiva es en defensa propia y pidió a los israelíes “abandonar los territorios ocupados” para salvar sus vidas.
Medios oficiales iraníes reportaron ataques contra edificios gubernamentales en Teherán, como la sede del Ministerio de Exteriores, el cuartel de la Policía y zonas residenciales. También se registraron cinco explosiones de coches bomba y ataques con drones, con saldo de civiles heridos y al menos cuatro elementos de la Guardia Revolucionaria muertos en la provincia de Jorasán del Sur.
En Israel, los misiles iraníes han dejado trece muertos, incluidos niños, y provocado el colapso de edificios residenciales en varias ciudades. Equipos de rescate trabajan contrarreloj entre los escombros en busca de sobrevivientes.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que “pronto habrá paz entre Israel e Irán”, y afirmó que existen reuniones y llamadas en curso. Sin embargo, medios estadounidenses reportan que Trump bloqueó recientemente un presunto plan de Israel para asesinar al líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei.
Irán, por su parte, suspendió las conversaciones nucleares con EE. UU. que debían reanudarse hoy, acusando a Washington de apoyar los ataques israelíes. Rusia, Turquía y Alemania se han sumado a los llamados internacionales por el cese al fuego.
El conflicto, que inició el viernes, ya deja más de 200 muertos en Irán —60 de ellos en un solo ataque a un edificio residencial— y una creciente tensión que podría extenderse a otros países de la región si no se logra contener la escalada militar.