El próximo domingo 7 de junio, Guerrero llegará a la jornada electoral en la que renovará su gubernatura, su congreso y 81 presidencias municipales, sumido en una crisis de inseguridad y descrédito institucional, que va más allá de las amenazas de boicot a las votaciones, lanzadas por los movimientos magisterial y normalista.
Tal como concluyó el Centro de Análisis de Políticas Públicas México Evalúa —en el documento denominado “Guerrero en el proceso electoral: restablecer la estabilidad y el desarrollo”—, dicha entidad federativa llega a la jornada electoral mostrando “peor desempeño que el promedio nacional” en rubros como seguridad, justicia, educación, gasto público, rendición de cuentas y corrupción y son éstos, junto con la crisis política actual, los principales retos que habrá de enfrentar el nuevo gobernador del estado.
En Guerrero, por ejemplo, la tasa de homicidios es tres veces mayor a la del resto del país: 42 asesinatos por cada 100 mil habitantes, mientras que a nivel nacional son 13.1 casos, basándose en estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Además, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2014, la población guerrerense tiene una sensación de inseguridad mayor a la del resto de México, ya que en esta entidad sólo 18% de la ciudadanía se siente “segura”, lo que representa seis puntos por debajo de la media nacional, que es de 24%.
Asimismo, destaca el estudio de México Evalúa, Guerrero también presenta un mal desempeño institucional en materia de gasto público, ya que las autoridades estatales gastan descontroladamente —en 2013, el gasto ejercido rebasó en 22.52% el presupuesto aprobado—, al cobijo de un “alto nivel de opacidad” en la legislación estatal para adquisiciones.
Un reflejo de esta situación es que “la última Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental reporta que 90% de los ciudadanos guerrerenses percibe una alta ocurrencia de prácticas corruptas” en la administración pública de su estado, percepción superior al promedio nacional, que es de 88.3%.
Otro reto a enfrentar por quien gane la gubernatura guerrerense, es la “baja calidad educativa en el estado”, derivada de “las constantes protestas magisteriales, así como por la pérdida de un número importante de días de clase”.
El análisis de México Evalúa en materia educativa destaca la doble complejidad del problema, ya que, por un lado, “8.87% de la nómina docente total tiene irregularidades”, y por el otro, el rendimiento de los estudiantes guerrerenses está por debajo del que muestran los del resto del país.
“De acuerdo con la prueba ENLACE 2013 –destaca el documento–, 89.9% de los alumnos de tercer grado de secundaria en la entidad tuvieron un nivel ‘insuficiente’ o ‘elemental’ en la materia de español, contra 65.7% a nivel nacional”, situación que se repite en el aprendizaje de matemáticas.
Así, concluyó México Evalúa, “la estabilidad política y el desarrollo social” son los rubros prioritarios que deberá privilegiar la persona que ocupe la gubernatura de Guerrero, aunque, reconoció, “mejorar las condiciones de la entidad tomará años”.
Fuente: Animal Político