Tulum, Quintana Roo – Tras la amenaza del huracán Beryl, que azotó la región con vientos de hasta 175 km/h y fuertes lluvias, los residentes de Tulum reportaron una sorprendente calma ante el fenómeno meteorológico. A pesar de los estragos visibles como ramas caídas, techos colapsados e inundaciones en algunas zonas, muchos habitantes afirmaron que el impacto del huracán fue menor de lo esperado.
“Ni lo sentimos tan fuerte como otros ciclones tropicales”, mencionó un residente local, subrayando que la vida cotidiana y las actividades turísticas continuaron en gran medida sin interrupciones mayores. Las autoridades locales mantuvieron una alerta roja durante el paso del huracán, sin embargo, los vehículos y personas en bicicleta circularon por las calles aún bajo condiciones climáticas adversas hasta altas horas de la madrugada.
El servicio eléctrico, internet y la telefonía experimentaron interrupciones temporales, pero se logró mantener cierta continuidad en las comunicaciones durante el evento meteorológico. Aunque se reportaron inundaciones en algunas colonias y el nivel del mar subió significativamente, no se han reportado pérdidas humanas ni daños estructurales graves hasta el momento.
Las labores de monitoreo y asistencia por parte del gobierno local y las fuerzas armadas continuaron durante la mañana del viernes, asegurando que las familias evacuadas de zonas vulnerables fueran atendidas en estancias seguras habilitadas por la Secretaría de Bienestar. Se espera que los reportes de restablecimiento de energía por parte de la Comisión Federal de Electricidad se proporcionen en las próximas horas.
El huracán Beryl, aunque demostró ser un fenómeno de fuerza considerable, no logró paralizar por completo la vida en Tulum, destacando la resiliencia y preparación de la comunidad ante eventos meteorológicos extremos en la región del Caribe mexicano.
