Mourinho oscurece el discurso sobre su futuro
“El próximo año no puedo decir que estaré aquí haciendo la charla. No creo”, dice el entrenador del Madrid
Barcelona, Bayern y Borussia Dortmund, tres de los cuatro semifinalistas de la Liga de Campeones, han abierto sus puertas esta semana para que los periodistas y los seguidores estén en contacto con sus técnicos y sus jugadores antes de los duelos que comenzarán a disputarse el próximo martes. El Madrid es el único semifinalista que permaneció enclaustrado en sus instalaciones sin programar ningún evento alrededor del equipo ni exhibir ningún entrenamiento. Hoy el club preveía una conferencia de prensa, pero no aclaraba quién la ofrecería. Durante los últimos tres meses el encargado de hablar en esos actos de víspera de jornada de Liga fue Aitor Karanka, el auxiliar, enviado por el mánager José Mourinho con discursos preparados de antemano. Este mediodía, los empleados del club avisaron a la prensa que hablaría Mourinho con un par de minutos de antelación. Se abrió la puerta blanca al fondo de la sala y apareció el máximo responsable deportivo. Vestido con su famoso chándal de Adidas, el rostro grisáceo de sus días mustios, inexpresivo, mirando al frente, a un punto indefinido, lamentó que los medios de comunicación a los que prohibió el acceso durante toda la semana no hablen de fútbol y en cambio dediquen sus espacios a indagar sobre si él abandonará o no el Madrid a final de temporada. “Bastaría con hablar de fútbol”, dijo.
La única noticia que se filtró del Madrid esta semana la dio el presidente del Canillas, un pequeño club de la periferia norte de la capital en el que juega de portero José Mario Mourinho, el hijo del mánager. Manuel Álvarez, que así se llama el presidente de la modesta sociedad, dijo el miércoles que el mánager madridista no seguiría en el Real Madrid el año que viene porque había visitado su club para dar una charla a los entrenadores y para anunciarles que se despedía. Que después del verano ya no volvería a pasar por allí como había hecho en los últimos años, para ver a su hijo y echar una mano en temas organizativos y financieros. “Mourinho nos dijo que el año que viene no podrá dar la charla de entrenadores porque no estaría aquí”, dijo Álvarez, que, como siempre, completó un laudatio. “Es el mejor entrenador del mundo”, proclamó. “Si se va será una gran pérdida para el fútbol español. Espero que Florentino lo arregle porque es el mejor técnico que puede tener el Madrid”.
Me sentaré con el presidente y llegaremos a una solución buena para todos
Lo primero que hizo Mourinho en su comparecencia es arremeter contra Álvarez: “Hablar del Canillas es hablar casi de una segunda casa, para mí y para mi hijo. Pero es un club que tiene un problema: un presidente que le encanta la prensa. Es una persona fantástica en el trato con mi hijo y conmigo pero tiene ese pequeño problema. El problema no es mío”.
Interrogado sobre si podía desmentir o confirmar las palabras de Álvarez, el mánager se mostró deliberadamente ambiguo. “Yo sí puedo”, dijo, sin aclarar si desmentía o confirmaba, ni si se refería al Canillas o al Madrid. “El próximo año no puedo decir que estaré aquí haciendo la charla. No creo”.
Lejos de manifestar su deseo de cumplir el contrato que lo vincula al Madrid hasta 2016, Mourinho oscureció su discurso. Es lo que suele hacer desde 2011, cada vez que le preguntan sobre su futuro. “Mi relación con el presidente, con José Ángel Sánchez [director general corporativo], con todo el club, es muy buena. Eso permite que nos podamos sentar y analizar las cosas con tranquilidad. Decidir qué es lo mejor para el Madrid, para mí y para el presidente. Tenemos esta tranquilidad. Normalmente existen problemas entre clubes y entrenadores. En este caso no hay problemas gracias a nuestras relaciones afectivas. Llegaremos a una conclusión buena para todos. Pero lo mejor para nosotros y para los que quieren al Real Madrid es que ganemos la Copa y sigamos en Champions. Cuando pase la presión de los partidos nos sentaremos y llegaremos a conclusiones”.
Mourinho ha manifestado a su entorno que desea abandonar el Madrid a final de temporada porque no soporta a la prensa española y porque su relación con la plantilla no es buena. Desde octubre ha mandado a su representante, Jorge Mendes, a que le busque destinos, principalmente en la Liga inglesa. En marzo comenzó a negociar su contratación por el Chelsea pero, de momento, no hay noticias sobre la formalización de ningún acuerdo entre el club de Londres y el entrenador.
“Yo continúo haciendo mi trabajo lo más tranquilo posible para que la gente se olvide un poco de todo esto”, prosiguió. “Si no hubiese nada en juego entendería que se buscaran noticias de otras cosas que no son fútbol. Ahora la gente debe tener pasión y motivación por el momento que estamos viviendo. Por la final de Copa contra el Atlético y por las semifinales de Champions. Debería bastar con esta emoción y con hablar de fútbol”.
Para terminar, Mourinho se refirió en tono despectivo al entrenador del Borussia Dortmund, Jürgen Klopp, que desde hace dos semanas se muestra emocionado hablando la eliminatoria que jugará contra el Madrid. “Desde que salió el sorteo, Klopp habla todos los días. Nosotros hablaremos de ese partido el martes que viene”, ha dicho Mou.
Mañana el Madrid recibe al Betis en el Bernabéu, en Liga. El mánager ha dado descanso a Alonso, Ramos y Khedira.
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