Hoy se me hace más fácil darme cuenta lo que es ser padre, porque lo soy y lo que significa ésta palabra. A vísperas de esta celebración rindo homenaje a aquellos hombres que forjaron ciudadanos, a aquellos que se preocuparon por un mejor lugar educando mejores hijos. A aquellos que con su espíritu lograron heredar la pasión y el amor por lo bueno, por lo honesto y sobre todo por el servir y perpetuar a los hijos de sus hijos. A ellos que hoy llamamos padres.
A aquellos que nos educaron con el sacrificio del trabajo, que vieron que la educación es la mejor herramienta para el éxito, los que pensaron que los sueños se convierten en realidad momento tras momento, que no hay tarea fácil pero que somos conquistadores.
A aquellos que impulsaron a la imaginación sobre cualquier cosa, que la lluvia solo moja los zapatos y que la vida continúa, que la mejor manera de terminar la carrera es la constancia, que la amistad es el mejor remedio para la amargura, y que el único poderoso es Dios.
A aquellos que decían que el cuidado es el respeto, que la ley se cumple, que la puntualidad es atención, que la vida se vive con alegría, que los miedos se superan, y que la gloria llega cuando debe de llegar.
Por tantas cosas, por lo que somos y por lo que serán los nuestros, celebramos a aquellos que con inspiración, dedicación y trabajo nos han dado la vida y han caminado con nosotros, y con el paso del tiempo nos acompañan con su mirada, estando atentos a cada acontecimiento que hagamos, listos para correr o hacer las pausas cuando sea necesario.
Por los recuerdos, por los años, por el esfuerzo, por el andar, por las palabras, por el cariño, por la fuerza, por el coraje, y por estar aquí en cada momento y en cada paso de la vida, y que el tiempo se detenga para seguir celebrando el día del Padre.
“Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres.” Proverbios 17:6
Feliz día Papá, es un honor que mi hija lleve tu apellido.
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