De acuerdo con el líder de la Asociación de Cañeros de la CNC, Antonio Juárez Torres, por cada hectárea de caña sembrada actualmente, siete toneladas son mordidas o destruidas por las ratas de campo que están golpeando la economía de esta región.
Este peso en pérdida significa alrededor del 10 por ciento de la producción por hectárea con la que cuentan en temporadas de alta producción como la de la actual molienda, en la que cada área de 10 mil metros cuadrados puede producir hasta 60 toneladas de la gramínea.
El cañero manifestó que la infestación de roedores es inédita, dado que de 100 trampas puestas en campo, en 80 caen los animales devastadores que hacen que se pierda parcial o totalmente la planta “porque hay que cortarla de más arriba o simplemente la perdemos porque el Ingenio (Plan de Ayala) tiene estándares de calidad que no permiten para nada que una planta se entregue luego de ser roída por un animal de ésos”, declaró.
Esta condición da al traste con la economía de los productores agrícolas quienes a pesar de esta haciendo sobreesfuerzos contra la plaga, han visto mermada su economía.
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