Don Florencio Ruiz de la Peña Macías, exdirector editorial de periódico Pulso, falleció este lunes por la mañana.
Apenas el 8 de septiembre pasado recibió la presea “Francisco Zarco” que otorgó el Congreso del Estado en honor a su trayectoria periodística de más de 70 años, en la que ostentó la corresponsalía de guerra y la cobertura del movimiento estudiantil de Tlatelolco de 1968.
Sus pares lo han descrito a través de los años como un periodista entero, erudito y conocedor del ejercicio del periodismo, enterado de todo, fue sembrador de generaciones de periodistas que crecieron en medio de criterios de ética profesional, de ser promotores de la verdad.
El 30 de agosto de 1988, Don Miguel Román Valladares García, como presidente del Consejo de Administración y Miguel Fernando Valladares García como director general, fundaron el periódico Pulso y años después se incorporó al cuerpo editorial Florencio Ruiz de la Peña, quien previamente había ejercido el cargo de director de Comunicación Social del gobierno de Leopoldino Ortiz Santos y concluyó sus funciones a la llegada de Fausto Zapata Loredo.
En sus años de estancia en el Distrito Federal, fue subdirector general de El Sol, donde antes había sido reportero de Finanzas.
De acuerdo con fuentes allegadas, el periodista iba a ser sometido a una cirugía, ya no alcanzó.
Don Florencio Ruiz relataba que nació el 16 de diciembre de 1932 en una humilde familia de Cárdenas, San Luis Potosí y desde muy temprana edad, comenzó su acaudalada carrera periodística, hasta desembocar en el cargo de director editorial del periódico Pulso y posteriormente, presidente del Consejo de Administración del semanario El Exprés.
Ruiz de la Peña supo transitar desde el reporteo moviéndose en camión, hasta el trabajo de difusión por medio de tecnologías de punta.
Le gustaba recordar cómo, en su paso por medios de comunicación en la Ciudad de México, reporteaba las fuentes que nadie quería y de ahí surgió su cobertura del movimiento estudiantil de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968.
También fue testigo de ordenaciones de líderes religiosos en “El Vaticano”, mientras otros reporteros y jefes de información le pronosticaban una aburrida fuente de información religiosa, en la que solo recibiría “bendiciones” y “estampitas”.
Su sólida formación de periodista lo introdujo de lleno en la inmediatez de la información que debe ser difundida no solo con rapidez, sino diciendo la verdad, sin sesgos y sin tener prisa por contar cosas en textos que resultan ser un desastre, o un batidero de datos que a veces ni el reportero entiende.
Se especializó además en cubrir la fuente financiera, por encargo de Benjamín Wong Arreola.
Recordaba amistades, por ejemplo, con Alfonso Lastras Ramírez, quien entre otras funciones en el servicio público fue rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí; también a Florencio Salazar Martínez y Guillermo Fonseca Álvarez, ambos en su tiempo gobernadores de San Luis Potosí.
Además, cultivó amistad cercana con Fausto Zapata Loredo, subsecretario de la Presidencia de la República y Jesús Blancornelas, fundador del Semanario Zeta, por cierto también nacido en San Luis Potosí.
Don Florencio Ruiz recordaba también a Rubén Téllez Fuentes y a Miguel Barragán como director de diarios en León, Guanajuato, los hermanos Víctor y Ramón Ortiz, Don Roberto Méndez, la familia Vázquez (Raúl, Óscar y Guillermo), todos ellos con cargos importantes en diarios locales y en Puebla, Tlaxcala, Guadalajara y el DF, Benjamín Wong Castañeda y el fotógrafo Javier Vallejo, ambos corresponsales mexicanos, para la guerra de Vietnam.
También recordaba con aprecio a Gregorio Marín, otro de los periodistas con más de 60 años de trayectoria.
Pulso