Si algo nos queda muy claro es que los doggos de repente pueden ser muy traviesos. Y sí, sabemos que no lo hacen con intención (¿o sí?) pero en un descuido, pueden hacer que pasemos un momento bochornoso y sin importar quien seas. Tal como le ocurrió recientemente a un padre cuando un perrito de un instante a otro, se robó el pan sagrado y como era esperarse, se hizo viral en el internet de las cosas.
Por acá les hemos contado historias de lomitos bastante latosos, justo como el caso de Milaneso ‘N’, el perro de Puebla al que cacharon con las patas en la masa robándose cemitas (sí, eso pasó y AQUÍ pueden checar cómo estuvo toda la cosa). Sin embargo, en esta ocasión les platicaremos sobre otro peludo que posiblemente inspiró la rola de “perritos malvados, perritos encarcelados”, porque no le importó quitarle comida a una iglesia.
A este perrito se le hizo fácil robarse el pan sagrado de una iglesia
A través de redes sociales conocimos la historia de este perrito delincuente. Fue gracias a un video compartido por un usuario llamado @tagoretoro es que cacharon en la movida al doggo, pues en un inicio se puede ver cómo poco a poco se acercó al altar y sin pensarlo dos veces, usó sus patas delanteras para alcanzar el pan sagrado que el padre que estaba oficiando la misa había dejado por ahí.
Pero como ya se habrán dado cuenta, el lomito es muuuy listo, pues aprovechó que el cura y sus ayudantes andaban sumamente distraídos para agarrar el pan e huir con él sin mayor problema –a pesar del intento de alguien para que dejara este sabroso alimento en su lugar-. “Creo que el Firulais superó un nuevo nivel de herejía…“, declaró la persona que compartió el clip que por cierto, a continuación pueden checar:
Por supuesto que el video de este perrito rápidamente se hizo viral en Twitter y hasta otras redes sociales del internet de las cosas, pues a muchos les dio risa este momentazo y lo mejor de todo, es que esto pasó sin que nadie lo notara. Hasta el momento de redactar esta nota, nadie ha dado con el paradero de doggo ladrón, pero ya no hay nada qué hacerle, porque lo más seguro es que ese pan no haya durado mucho. Así que mucho ojo, porque nunca sabes cuándo llegará un peludo a robarte.
Sopitas