La comunidad de Palomas, que es la segunda más grande después de la cabecera municipal de Ciudad del Maíz, se dedica a la producción de hoja de maíz
Uno de los pilares de la economía de Ciudad del Maíz, es la hoja de maíz, que se emplea no solamente para la preparación de los tradicionales tamales, sino también para elaborar artesanías, destacó Mireya Vancini Villanueva, alcaldesa de dicha demarcación.
La Presidenta Municipal de Ciudad del Maíz indicó que la comunidad de Palomas, que es la segunda más grande después de la cabecera municipal, se dedica a la producción de hoja de maíz.
Destacó que en esta temporada, la hoja de maíz es muy vendida para la elaboración de los tradicionales tamales, además de que con ella se realizan artesanías, y en estas fechas se hacen figuras para el Nacimiento, con lo que también se logran buenas ventas.
Mencionó que la comunidad tiene alrededor de 5 mil habitantes y es autosuficiente a través de esta actividad, pues hay alrededor de 20 empresas familiares que se dedican a la producción de hoja de maíz, con lo cual generan empleo para entre 2 mil 500 y 3 mil personas de comunidades aledañas, “personas de diferentes lugares se mueven a Palomas para trabajar en el proceso de la hoja”.
Si bien no dio una cifra precisa respecto a la cantidad de hoja de maíz que se produce en dicha comunidad, señaló que por semana, cada empresa genera alrededor de tres tráileres, pues también exportan este producto a Estados Unidos.
Vancini Villanueva abundó que además de las artesanías que se elaboran con la hoja de maíz, en este municipio se trabaja el cuero, con el cual se hacen huaraches, bolsas, las molduras para las sillas de montar, entre otros productos; también se trabaja el barro, con el cual se fabrican jarros, figuras, comales.
En la comunidad de Papagayos que está más cercana a la Huasteca, se acostumbra la molienda de caña y la cocción del jugo, con el cual se hacen piloncillo y dulces como las tradicionales chancaquillas. También en esa parte cercana a la Huasteca se realizan máscaras de madera.
Sin dejar de lado las habilidosas manos que trabajan el deshilado en manteles, colchas y prendas de vestir.
– El Sol De San Luis