Un nuevo anuncio del expresidente Donald Trump ha sacudido a la industria cinematográfica de Estados Unidos. A través de su red social Truth Social, Trump declaró que quiere imponer un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera del país, argumentando que la industria nacional está perdiendo fuerza debido a los incentivos que ofrecen otras naciones a los estudios estadounidenses.
“Queremos que las películas se hagan en Estados Unidos, otra vez”, escribió Trump, señalando que buscará que el Departamento de Comercio comience con este proceso. A pesar del anuncio, la Casa Blanca aseguró que aún no se ha tomado una decisión definitiva y que están evaluando cómo implementar esta medida.
Incertidumbre en Hollywood
El mensaje generó preocupación entre expertos del medio y grandes estudios, ya que muchas producciones estadounidenses se graban en ciudades como Toronto, Londres o Praga, donde los incentivos fiscales hacen más rentable filmar fuera del país.
El abogado de entretenimiento Jonathan Handel calificó la propuesta como absurda. “¿Si Tom Cruise tiene que filmar en la Torre Eiffel, debemos usar la réplica en Las Vegas?”, cuestionó.
Además, advirtió que una medida así elevaría los costos de producción y afectaría directamente a sagas como Misión Imposible, John Wick o las películas de Marvel, que suelen rodarse fuera de EE. UU.
Posibles consecuencias económicas
El impacto del anuncio no se hizo esperar. Las acciones de grandes compañías del entretenimiento como Netflix, Disney, Warner Bros Discovery, Lionsgate y Paramount sufrieron caídas de entre el 2% y el 8% al cierre del lunes.
Especialistas temen que esta posible política genere pérdida de empleos, menos colaboraciones internacionales y una baja competitividad frente a otras industrias fílmicas del mundo.
Mientras tanto, Hollywood se mantiene a la expectativa, pues de aplicarse estos aranceles, sería la primera vez que se impone una medida de este tipo a servicios creativos como la producción cinematográfica.