Un caso de violencia familiar estremeció a la localidad estadounidense de Pekin luego de que James E. Pate, de 93 años, asesinara a su esposa Cheryl Pate, de 80, tras no poder controlar su ira durante una discusión relacionada con su proceso de divorcio.
Según el acusado, el incidente ocurrió dentro de su automóvil el pasado martes 2 de septiembre. Durante la pelea, Cheryl lo habría arañado, lo que provocó que James reaccionara violentamente, golpeándola y apuñalándola varias veces, incluyendo un corte en la garganta.
La policía encontró al hombre cubierto de sangre y lo arrestó de inmediato. En su declaración, confesó el crimen diciendo: “No podía soportarla más”. La víctima fue trasladada a un hospital, donde fue declarada fallecida.
Los médicos forenses indicaron que la muerte se produjo por múltiples heridas contundentes, resultado de la “ira reprimida” del agresor. La Fiscalía del Condado de Tazewell solicitó que James Pate permanezca en prisión sin derecho a fianza mientras continúan las investigaciones.
La comunidad local expresó su conmoción y tristeza ante el brutal asesinato, calificándolo como una tragedia que involucra a una pareja conocida por su amabilidad.
