El desabasto de medicamentos y suministros continúa afectando al Hospital Central Ignacio Morones Prieto, incluso tras el despido de su director. El personal médico y de enfermería sigue enfrentando la falta de recursos necesarios para brindar atención adecuada a los pacientes, lo que ha generado numerosas quejas de quienes acuden al hospital. Algunos pacientes han tenido que ser enviados a otras clínicas debido a la falta de insumos, mientras que el personal se enfrenta a la frustración de no poder hacer su trabajo de manera óptima.
El hospital, que en su momento fue un referente en el centro del país, ahora es visto como un “cascarón vacío” por los trabajadores, quienes destacan que aunque están listos para atender a los pacientes, no cuentan con las herramientas ni los medicamentos necesarios. La situación es crítica, ya que algunos de los insumos más básicos, como sueros y puntas nasales, que son esenciales para tratar a los pacientes, siguen escaseando. Asimismo, hay una falta de antibióticos que también complica la atención médica.
Los trabajadores señalan que, aunque a veces la administración suministra algunos medicamentos, esto se hace de manera incompleta y sin regularidad, lo que empeora la situación. No sirve de mucho diagnosticar a los pacientes y referirlos a especialistas si el hospital no tiene los insumos para tratarlos.
A pesar del reciente nombramiento de Francisco Goldaracena Orozco como nuevo director, el personal insiste en que el cambio de directivos no resolverá el problema de raíz. Consideran que la verdadera causa del desabasto radica en la falta de compromiso del gobierno para garantizar un suministro constante y suficiente de insumos y medicamentos. Para ellos, es necesario que las autoridades asuman su responsabilidad en la solución de este problema, que afecta tanto al personal del hospital como a los pacientes.
