De manera espontánea y con mucha indignación, el trabajador de la Torre de Rectoría de la UNAM se acercó a los medios de comunicación para decir que todos debían saber que quienes ocuparon el edificio por casi 12 días eran unos delincuentes y que nadie debía de respaldar su causa y denunciar que le robaron uno de sus tesoros: la medalla que la máxima casa de estudios le entregó como reconocimiento de 25 años de servicio.
“Saquearon todo, faltan planes de estudio, sellos. Mucha gente dice que los apoyemos, pero son una bola de rateros, me da tristeza mi oficina destrozada”, dijo el trabajador que pidió anonimato.
Hasta ahora, los destrozos, robos y pintas que se hicieron al interior de Rectoría no han sido totalmente cuantificados por autoridades.
Sin embargo, trabajadores refieren pérdidas de objetos personales, robo de computadoras, sustracción de documentos como exámenes de admisión, y desmanes que prefieren no describir.
Los testimonios señalan que las afectaciones principales se dieron en la Dirección General de Administración Escolar (DGAE), donde destruyeron papeles, sustrajeron otros, así como en el piso sexto del edificio.
“Se llevaron computadoras y muchos objetos personales. A mí me dejaron sin computadora. También violaron una caja fuerte. Creo que quienes ocuparon las instalaciones actuaron con saña, no son estudiantes, porque si lo fueran hubieran actuado de otra forma”, dijo otra trabajadora.
En este su primer día de actividades, luego de que un grupo de embozados la ocupara por casi 12 días, la Rectoría parecía funcionar normalmente. Sin embargo, la mayoría de las actividades en DGAE estaban limitadas y a los porveedores les pidieron regresar hasta el lunes.
José Narro, rector de la UNAM, se reunió con integrantes de la comunidad universitaria, entre directores de facultades, centros e institutos, para explicarles los acontecimientos de los últimos días y señalarles que no ha concluido el conflicto, sino que entra a otra etapa.
También se reunió con trabajadores de la Rectoría para darles un mensaje de unidad como universitarios.
El pasado 19 de abril, un grupo de encapuchados se introdujo a Rectoría en demanda de la reinstalación de compañeros expulsados del CCH-Naucalpan, quienes participaron en actos vandálicos el 1 y 5 de febrero de este año. El miércoles pasado abandonaron el edificio con el compromiso de autoridades para una mesa de diálogo.
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