Huelgas y protestas en Francia ponen a Macron y su primer ministro contra las cuerdas

Francia vivió una jornada de caos este jueves debido a masivas protestas y huelgas que paralizaron el transporte público, sobre todo en el Metro de París. Miles de ciudadanos salieron a las calles para mostrar su rechazo a los planes del presidente Emmanuel Macron y del recién nombrado primer ministro, Sébastien Lecornu, quienes impulsan recortes al gasto público.

Las manifestaciones se extendieron por todo el país, desde grandes ciudades hasta pequeños pueblos. Los inconformes denunciaron el aumento del costo de vida, la desigualdad y la falta de apoyo a los trabajadores con bajos salarios. “Ya no se puede más, la gente está siendo exprimida”, dijo Nadia Belhoum, trabajadora del transporte en huelga.

Los sindicatos al frente

Las movilizaciones fueron convocadas por sindicatos que rechazan los ajustes presupuestales y medidas de austeridad, al considerar que dañan a empleados, jubilados y familias de clase media. Piden que los recortes no recaigan en los ciudadanos, sino que las empresas y los más ricos asuman el costo.

“Los servicios públicos están desapareciendo poco a poco”, advirtió la profesora Claudia Nunez, mientras líderes sindicales exigieron detener lo que califican como un plan injusto contra la población más vulnerable.

Primer reto para el nuevo primer ministro

El malestar social llegó justo después de que Macron nombrara a Lecornu como jefe de gobierno. Para muchos manifestantes, su llegada no cambia nada, pues lo ven como un político más que seguirá las órdenes del presidente.

“Siempre somos los jóvenes quienes terminamos pagando con inseguridad y deuda”, expresó Juliette Martin, una estudiante de 22 años.

Tensión en las calles

El gobierno desplegó 80 mil policías en todo el país para contener las protestas. En París y otras ciudades como Lyon y Nantes hubo enfrentamientos con las fuerzas del orden, quienes usaron gas lacrimógeno. Hasta el mediodía se registraron 94 detenciones.

En el transporte, el Metro de París funcionó con relativa normalidad en horas pico, pero con fuertes interrupciones el resto del día. Los trenes regionales fueron los más afectados, mientras que en los aeropuertos las operaciones continuaron casi sin cambios.

Las protestas se suman al descontento acumulado por la reforma de pensiones que elevó la edad de jubilación de 62 a 64 años, una medida que desató fuertes críticas contra Macron durante su segundo mandato.

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