Huevos con jamón

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Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana escuché la analogía de los huevos con jamón y el trabajo en equipo.

Es una buena historia siempre que se quiere reflexionar sobre el compromiso, seguimiento, participación y tantas otras buenas costumbres y deseos del trabajo en equipo. ¿No la han escuchado? ¿En serio? No se preocupen. Es muy breve y muy sencilla, yo se las platico: Resulta que esta analogía se utiliza para explicar la diferencia entre participación y compromiso, ya que cuando preparas unos huevos con jamón la gallina participa, pero el cerdo se compromete.

Simple, ¿no? Se explica por sí sola. Y ya en el contexto de un trabajo en equipo, pues se pide a los participantes que se comprometan con el proceso y con el resultado y no sean solamente gallinas que se limiten a echarle h…ganas.

Si bien esa analogía es útil y puede motivar y generar una línea de pensamiento positivo, últimamente me gusta más la que habla de las tijeras, que es tan simple  que consta de una pregunta y una respuesta: ¿Cuál de las dos hojas de unas tijeras es la que corta el papel? Respuesta: Las dos. De hecho con una sola sería difícil cortar, o al menos cortar bien.

Y entonces, la participación de la gallina y el compromiso del heroico puerco sacrificado en el logro de la tarea, quedan opacados por la corresponsabilidad de las tijeras, que requiere que todos los participantes cumplan en tres dimensiones y con la misma intensidad: participación, compromiso y responsabilidad.

Por favor, ahora que entendiste estas analogías, no vayas a andar en el trabajo, por la calle y mucho menos en la casa señalando personas: “Ese es un puerco hecho y derecho”, “Tu vecina de escritorio es una gallina culeca”, “Querida, tus tijeras están bien afiladas”, “Jefe: es usted un puerco ejemplar”, etc. Te pido que no hagas esto primero por tu seguridad personal, pero más importante porque todas estas reflexiones tienen sentido solamente cuando las hacemos sobre nosotros mismos y nuestro actuar en relación con los demás.

Así es que, en un momento de silencio, pregúntate como eres como ciudadano, en tu trabajo, con tus amigos y con tu pareja: ¿gallina, puerco o tijera? Salud.

De verso en verso: Las tijeras

No voy sola.

No estás sola.

Si vamos,

vamos juntas.

Si estamos,

somos dos,

siempre siendo

unas…

La nota musical:

Y siguiendo la idea de las tijeras, además de sincronía y corresponsabilidad (hoy si desempolvé el diccionario), no se podría hacer un corte preciso a menos que ambas partes estén dispuestas a ceder un poco, a permitir que la otra hoja, aún siendo afilada, pase cerca, muy cerca de la otra y viceversa.

Déjame entrar en tu miedo

Déjame ser tu confianza

Déjame ser la balanza que equilibra tus angustias.

Déjame ser tu guarida frente al mar

Déjame ser la tristeza que se va

Déjame ser la alegría que ponga luz a tu vida.

Quisiera que te lleves de mi vida lo mejor

la brisa que te acaricia esa me la guardo yo.

“Déjame Estar”, Diego Torres, Álbum: MTV Unplugged Diego Torres, 2004

Twitter: @gmomtz

Textos anteriores: http://columnamusicopoetayloco.blogspot.mx/

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