El huracán Erick impactó tierra firme la madrugada de este jueves como un potente ciclón de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, específicamente en la región de Punta Maldonado, justo en la frontera entre Oaxaca y Guerrero. El evento ocurrió alrededor de las 5:30 de la mañana, tiempo del centro de México.
Desde antes de su llegada, las autoridades de ambos estados estaban en alerta. Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero, pidió a la población mantenerse atenta a los informes oficiales y no confiarse ante el peligro. A través de su cuenta en X (antes Twitter), advirtió sobre el riesgo que representa Erick, exhortando a seguir las recomendaciones de Protección Civil para evitar tragedias.
El fenómeno presenta vientos máximos sostenidos de hasta 205 kilómetros por hora y rachas que alcanzan los 250 km/h, además de un desplazamiento hacia el noroeste a una velocidad de 15 km/h. Por su fuerza, provocó intensas lluvias y fuertes vientos a lo largo de la costa sur del país.
Erick ha generado lluvias extraordinarias en Oaxaca, superiores a los 250 milímetros, así como precipitaciones torrenciales de entre 150 y 250 milímetros en Guerrero y Chiapas. Además, el huracán ha causado rachas de viento de más de 250 km/h y un oleaje extremo que varía entre los 8 y los 10 metros de altura en las zonas costeras.
Aunque inicialmente se estimaba que podría impactar como huracán categoría 4, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirmó que el ciclón se ha degradado en intensidad respecto a la noche anterior. Sin embargo, sus efectos siguen siendo peligrosos. Erick tocó tierra con fuerza en el municipio de Santiago Pinotepa Nacional, Oaxaca.
Tanto el SMN como el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos han confirmado esta información, reforzando la vigilancia sobre la evolución del meteoro. Se espera que en las próximas horas el fenómeno continúe debilitándose mientras avanza por territorio nacional, aunque aún representa un riesgo considerable para la población y la infraestructura.