El asesinato de siete jóvenes durante una actividad religiosa en Salamanca, Guanajuato, ha llenado de tristeza a la Iglesia Católica, expresó el arzobispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe. Lamentó que la violencia que azota al país haya alcanzado a los jóvenes, quienes deberían vivir en un ambiente de paz y protección.
El líder religioso hizo un llamado a la sociedad para cuidar a la juventud y alejarla de situaciones de riesgo. Insistió en la importancia de fomentar el autocuidado y la prevención, pero también exhortó a quienes generan violencia a abandonar ese camino y buscar el bien común.
Cavazos Arizpe subrayó que este tipo de tragedias deben invitar a la reflexión, no solo a nivel personal, sino también social. En su mensaje, expresó su deseo de que todos actúen como “peregrinos de la paz”, buscando erradicar la desconfianza y la violencia que dañan el tejido social.
El arzobispo también señaló que, aunque la fe promueve la esperanza, es esencial que los jóvenes eviten lugares o situaciones que los expongan a riesgos innecesarios. Pidió a las familias y a la comunidad en general trabajar en conjunto para ofrecerles un entorno más seguro.
La Iglesia Católica, afirmó, está profundamente conmovida por lo sucedido, ya que los jóvenes asesinados no estaban involucrados en actividades ilícitas. Además, manifestó su dolor por la pérdida que también afecta a las familias parroquiales y a toda la comunidad.
Finalmente, hizo un llamado a la unidad, subrayando que proteger a los jóvenes es responsabilidad de todos. Insistió en que este tipo de tragedias deben motivar a la sociedad a caminar junta hacia un futuro más pacífico, donde los jóvenes puedan vivir con alegría, esperanza y sin miedo.