Un video difundido en redes sociales muestra como un menor de 14 años de edad fue sometido y agredido con toques eléctricos por parte de dos adultos, supuestos compañeros de trabajo del adolescente.
Según la descripción de dicha grabación tanto lo agresores como la víctima laboran en la empresa Bombas Marín, en el municipio de Acatzingo.
En el video se observa como los dos sujetos someten en el piso al menor, impidiéndole poder moverse para así, tomar su mano y ponerle cables de corriente, mientras se escucha al adolescente quejarse y gritar que le duele.
“Esto pasa en bombas Marín y su patrón todavía nos mando a la verga por ir a traer a mi sobrino, quiero recalcar que si nos llegará a pasar algo responsabilizo a los agresores del video y a su patrón Guillermo Marin Torres, no dejen de compartir”, denunció un hombre, tío del menor.
Al parecer esta práctica de tortura no es nueva ya que según ex trabajadores de dicha empresa está es la forma con la que se le da la “bienvenida” a los nuevos trabajadores de dicha empresa.
También se sabe que Natalia Pérez, la mamá del menor de edad se enteró de las atrocidades que había sufrido su pequeño hijo durante meses, así que decidió tomar cartas en el asunto y rompió el silencio.
A través de diversas entrevistas a medios locales, la mujer contó que por la situación de bajos recursos que viven, el adolescente decidió buscar trabajo para ayudarla con los gastos y así, ayudar con lo que necesitaran sus hermanitos de 12 y 9 años de edad.
“Yo apenas me enteré, pero mi niño me comunica que ya son como dos meses que tiene ese video (…) Tenía sus manos rasguñadas y me decía que era por que se había caído”, “Incluso llegó con el ojo morado y raspado de la cara”, dijo la señora Natalia.
Hasta el momento las autoridades no han actuado en contra de los responsables y se desconoce si los familiares del menor han presentado una denuncia formal por este acto de tortura, sin embargo la mamá del menor explicó que se comunicó con el dueño de “Bombas Marín”, pero no aceptó ninguna responsabilidad por las agresiones en contra del joven.
“Prefiero comer frijoles o un taco de sal a que maltraten a mi hijo. Pido apoyo pisicológico para mi hijo porque tiene pesadillas, no duerme, está muy pensativo, se encierra, no come”, reveló la mamá en entrevista para un noticiero poblano.
El Gráfico