India Rose James restringió la semana pasada el acceso a su cuenta de Twitter. La prensa británica llevaba ya varios días reproduciendo sus tuits desde que el Sunday Times la desenmascaró como persona más joven en su lista de las mayores fortunas de Reino Unido. Lo cual era desafortunado. Esta heredera de 21 años tenía por hobby el plasmar minuciosamente en la red social su estrategia para dilapidar los casi 390 millones de euros de su fortuna:desde fotos en las que quemaba —por motivos que no debían caber en 140 caracteres— un billete de 10 libras “que podía haber empleado en volver a casa”, hasta preocupaciones como: “Tengo siete días para comprarle a mi padre un regalo mejor que el de mi hermana, y ella le ha comprado un Bentley”. No eran tuits novedosos pero sí suficientes para descubrir a la heredera más despreocupadamente exhibicionista de Inglaterra. La única fiestera con más dinero que la mismísima reina. La it girl que no puede remediar su destino.
¿No estaba el porno para bollos?
Tampoco ayuda que su fortuna no tenga buena fama en su país. La reunió su abuelo, Paul Raymond, al crear en los 50 un imperio de salas de strip-tease. Cuando eso le hizo rico, fundó varias revistas porno en los setenta. Se casó, fue compulsivamente infiel y tuvo una hija, Debbie, a la que pensaba legarle lo ganado (sus otros dos hijos eran un primogénito bastardo exiliado de la familia y un adicto a la cocaína al que castigó con solo un 20% de su herencia). Nunca llegaría a hacerlo. Debbie se casó con un hombre llamado John James y murió de sobredosis en 1992, 16 años antes que su padre. Su fortuna, convertida por James en un negocio inmobiliario valorado en 768 millones de euros, sería para las dos hijas: la responsable Fawn, hoy de 27 años, y la menos razonable India Rose.
Hermana buena, hermana rica.
Este binomio es curiosamente común en los hermanos que se enriquecen por la vía dinástica: uno se ocupa de ser el responsable trabajador y el otro, el despendolado bon vivant que mantiene viva la leyenda familiar. Le pasa a las hijas de Bernie Ecclestone y a los hijos de Margaret Thatcher (uno de los cuales, Mark, casi posa para una revista de Raymond). Las James lo aplican a rajatabla. Fawn aumenta el acervo familiar a la razón de unos 15 millones al año e India Rose vuelve a hacer del striptease la razón de ser de la familia. Enseña un poco de sus fiestas y a su tatuadísimo novio, el modelo Jake Holden, en Twitter y luego bloquea el resto. El suyo es un debut inevitable. Su abuelo estaría orgullosísimo.
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