crear un objeto a partir de un modelo digital sin procesos de transformación de por medio que generen desperdicios e imprecisiones. Una tecnología que en minutos sea capaz de materializar una ideaparece ciencia ficción, pero hoy es una realidad principalmente en la investigación científica y e industrial para la construcción de prototipos, explica Javier Cruz, director general de Grupo Insoft. Esta firma con sede en Guadalajara, fundada hace 15 años, ofrece tecnología y soluciones enfocadas al diseño y la manufactura. Desde el 2009 ofrece servicios de modelado mediante impresión 3D, y desde hace año y medio comercializa impresoras 3D a las industrias de México. El avance de estas máquinas que construyen objetos digitalmente,ha permitido que ya sean capaces de imprimir prótesis y réplicas de tejidos humanos, crear comida o fabricar refacciones mecánicas en el espacio. Las posibilidades sobre esta tecnología parecen interminables, asegura el directivo mexicano. El siguiente paso será el llevar la impresión 3D a la vida cotidiana, un escenario que en México podría ocurrir en un lapso no mayor a tres años gracias al abaratamiento de esta tecnología.
“Hoy puedes conseguir una impresora 3D desde 2,000 dólares, cuando hace cinco años eran 20,000 dólares. Se prevé que en un par de años las puedas conseguir en 500 dólares”, asegura el director de Grupo Insoft.UNA FÁBRICA EN CASA Un escenario donde cada persona pueda tener en su casa su propia fábrica en miniatura abre un abanico de posibilidades: que puedan construir sus propias refacciones para equipos domésticos, generar nuevos productos y diseños, o emprender nuevos negocios. “A raíz de que los costos se abarataron de las máquinas de impresión 3D, está surgiendo esta revolución que va a generar más transformaciones, porque se prevé que en los próximos meses y años vaya a haber una producción masiva de máquinas de impresión en 3D y los costos tiendan a bajar mucho más”, considera Cruz. La industria también se verá beneficiada con un mayor ahorro en la construcción de prototipos y un enfoque a la innovación, así como una mayor eficiencia en los sistemas de producción. O en el área de la salud, con la construcción de prótesis o réplicas de órganos y tejidos a la medida del paciente, como ya ocurre en algunos centros de investigación. Pero alrededor de este desarrollo tecnológico también existen retos. En México es el impulso a la educación y acercamiento a las nuevas tecnologías y herramientas de diseño digital.
“Se requiere educación, capacitar a la gente para que pueda ser creativa y que tenga acceso hacia estos softwares que no son difíciles y están disponibles a precios muy accesibles”, explicó.Otro factor a considerar es la existencia de una regulación pues una impresora en tercera dimensión tiene el potencial de construir armas funcionales y no sólo prototipos de éstas, lo que abre espacio a un debate que en Estados Unidos comienza a emerger. “Ahora no está comprobado que sea funcional (un arma creada a partir de impresión 3D), pero obviamente puede ser una amenaza si alguien logra fabricar un arma de plástico, y ya no será detectable en lugares como el aeropuerto. Creo que es un tema que se va a tener que abordar”, dijo. Pero más que un peligro, Javier Cruz considera que la masificación de la impresión en tercera dimensión impulsará la innovación y creatividad que se reflejará en un beneficio para la economía, como ya fue reconocido por Estados Unidos. “Muchos dicen que la impresión 3D es la tecnología del futuro. Yo les digo que es la tecnología de hoy, y tanto las empresas como las universidades y las personas ya deben empezar a sacarle provecho”, concluyó. Con información de: http://eleconomista.com.mx/tecnociencia/2013/07/04/impresion-3d-revolucion-tecnologica-hoy]]>