De incertidumbre a preocupación

OPINION, OPINIÓN

Por Luis Lauro Ramos Rodríguez. @lauroramosr.

La semana pasada, en este mismo espacio comenté que el gobierno entrante de Claudia Sheinbaum enfrentaría una relación compleja con los Estados Unidos, pues las condiciones inestables en las que se llevarán acabo sus próximas elecciones sugerían que quien resultara ganador, llegaría al poder acompañado de una enorme falta de legitimidad. Sin embargo, me parece que después del debate del pasado jueves entre Joe Biden y Donald Trump, lo que antes era incertidumbre ahora se convirtió en preocupación; ya que no solamente mortifica la actitud del próximo presidente, sino la capacidad con la que pueda llegar a gobernar. 

Durante cerca de una hora y media los candidatos protagonizaron un ejercicio al que el título de debate le queda bastante grande.  Algunos hubiéramos pensado que al tener los dos candidatos experiencia previa como presidentes, podrían haber abordado los temas desde una perspectiva mucho más técnica, con un amplio conocimiento de los problemas del país y un análisis relativamente crítico; nada de eso pasó, por el contrario fueron dispersos en atender a las preguntas de los moderadores, mintieron sobre todo lo que pudieron y  aprovecharon cualquier oportunidad para desestimar e inclusive insultar a su contraparte. En lo que respecta a México, solamente se habló de seguridad fronteriza y ambos se señalaron mutuamente como los responsables de la crisis actual.  

Fue tal la incompetencia demostrada por el candidato demócrata Joe Biden, que hay quienes ahora piden su renuncia a la contienda al no verlo con la capacidad de derrotar a un Donald Trump que de acuerdo con la CNN, fue percibido como el ganador del debate por el 67% de la audiencia. 

En caso de concretarse el cambio en la candidatura del partido demócrata, se abriría una opción bastante interesante, pues el relevo natural de Biden sería la actual vicepresidenta Kamala Harris, quien podría ser para Trump un rival más digno, sobretodo por los discursos que sus trayectorias políticas les permitirían abordar; y sin afán de adelantarme mucho a las posibilidades, sería también sumamente interesante, la oportunidad de ver tanto en Estados Unidos como en México a dos presidentas al mismo tiempo. 


SE VE MEJOR

El mismo jueves pasado, se dieron a conocer cinco nuevos miembros para el gabinete de Claudia Sheinbaum, dando así un total de once confirmados hasta el momento. Todos estos parecen garantizar no solamente lealtad a la nueva presidenta, sino que responden a perfiles prácticos, con un alto nivel académico y con buena experiencia en la materia que ahora encabezarán, recuerdan un poco a los tecnócratas. Este nuevo gabinete, hasta el momento, contrasta bastante con el presentado hace seis años por el presidente López Obrador, en el que parecía únicamente importar la lealtad y el servilismo, dejando de lado la preparación, experiencia, conocimiento, ni siquiera buena reputación. Casos como el de Javier May, Octavio Romero, Manuel Bartlett, entre otros impresentables cuyo desempeño dejó mucho que desear.

Entre los nuevos ungidos hay dos que considero, tendrán algunos de los desafíos más grandes del próximo sexenio; David Kershenobich al frente de la Secretaría de Salud deberá reivindicar a un sistema sumamente maltratado por los fracasos del INSABI, el mal manejo de la pandemia y un desabasto de medicinas a la que como solución se construyó una megafarmacia, que hasta ahora se ha sentido como si nos estuvieran vendiendo espejos. Por otro lado, la designación de Raquel Buenrostro a la Secretaría de la Función Publica, quién tendrá la tarea de combatir la corrupción entre el servicio público, Buenrostro tiene fama de ser dura, de aplicar una política de cero tolerancia y de no andarse con rodeos, razón por la que su nombramiento tiene perfecto sentido, únicamente me resulta irónico que se nombre a alguien con estas características, después de haber escuchado durante todo el último sexenio la cantaleta de que la corrupción ya se había terminado, siendo esto evidentemente falso.

Hasta el próximo lunes.


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