En lo que va de 2024, se han registrado 500 casos confirmados de dengue en San Luis Potosí (SLP), según las autoridades epidemiológicas. Esta cifra, aunque menor a los 688 casos confirmados en todo 2023, representa un incremento significativo en la incidencia de esta enfermedad transmitida por mosquitos, considerando que solo se ha cerrado el primer semestre del año.
De acuerdo con el Sistema Especial de Vigilancia Epidemiológica de Dengue, los municipios más afectados son San Antonio, con una tasa de 202.61 casos por cada 100 mil habitantes, seguido por Tampacán con una tasa de 145.89. Otros municipios con altas tasas de incidencia son San Vicente Tancuayalab y Tanquián de Escobedo.
El resto de los 54 municipios de SLP tienen una tasa de incidencia de 11.87 casos por cada 100 mil habitantes.
Pequeña zona de éxito en control del dengue
El boletín epidemiológico revela que la zona de éxito en el control, prevención y tratamiento del dengue es limitada en comparación con las áreas de mayor alarma. A pesar de los altos índices de incidencia, el porcentaje de letalidad es mínimo, y en lo que va de 2024 no se han registrado víctimas mortales, a diferencia del año pasado que tuvo 5 fallecimientos.
Zonas más afectadas y síntomas del dengue
La región más afectada es la Huasteca, tanto en el norte como en el sur, además de la capital potosina y el municipio de Charcas en el Altiplano. El dengue es una enfermedad febril que puede ser asintomática o presentar síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y articular, y sarpullidos.
Adaptación del mosquito transmisor a climas fríos
El dengue es transmitido por el mosquito Aedes Aegypti, que se cría en agua limpia estancada. Aunque originalmente esta especie se encontraba en climas tropicales y subtropicales, en los últimos años se ha adaptado a climas más fríos y secos, como el Altiplano, incluso en temporadas de bajas temperaturas.
Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de programas de descacharrización, especialmente durante la temporada de lluvias, para evitar la acumulación de agua en recipientes que puedan convertirse en criaderos. Además, se realizan recorridos para fumigar casas, jardines y cocheras con el fin de eliminar posibles criaderos de mosquitos.