El pasado 24 de mayo, un joven de 18 años entró armado a la Robb Elementary School en Uvalde, Texas, y abrió fuego dentro de un salón de clases. El saldo fue de 21 muertos, de los cuales 19 eran niños y las otras dos víctimas eran sus profesoras. Poco más de una hora después, el tirador fue abatido en la escuela primaria.
El caso provocó conmoción no solo en Estados Unidos, donde declararon cuatro días de luto nacional, sino prácticamente en todo el mundo, ya que se revivió el debate sobre la regulación de armas y la salud mental, después de que se revelara que el responsable, Salvador Ramos, era una persona inestable emocionalmente, quien además provenía (y aún vivía) en un hogar disfuncional.
A una semana del fatal tiroteo en Texas, poco a poco comienzan a ser sepultadas las víctimas de Uvalde, sus familias están devastadas y no creen recuperarse de este golpe. Las muestras de apoyo y solidaridad no dejan de llegar, pero evidentemente persiste la rabia que genera solo el recordar la forma en que fueron asesinados estos 19 niños y sus dos maestras.
Rifan armas en una escuela, pese a los tiroteos
Sin embargo, parece que en Estados Unidos la violencia armas no da tregua. Y es que 10 días antes, otro joven de 18 años identificado como supremacista blanco, abrió fuego en una tienda ubicada en un barrio de mayoría afroamericana en la ciudad neoyorkina de Buffalo, matando a 10 personas; y una semana después del tiroteo en Texas, otra balacera, ahora en Tusla, Oklahoma, dejó cinco muertos al interior de un hospital.
Pese a todo ello, la conmoción por el aumento de tiroteos en el país del norte pareció no mover ni una fibra en los directivos de la Escuela Secundaria James Madison, en Florida, pues este miércoles concluyó su sorteo anual de rifles, pistolas y material de caza, donde cada día -desde el 2 de mayo- se estuvo rifando una treintena de armas.
“Es todo por los chicos”, dijo este miércoles el director del centro floridano, Mark Akerman, durante la retransmisión por Facebook del último sorteo, que, explicó, volvió a ser muy “exitoso”. El “gran premio” del sorteo, cuyo ganador se desveló este miércoles, era una escopeta de ciclo rápido Browning A5 Sweet 16, diseñada especialmente para la caza de aves.
Pero el centro educativo también rifó escopetas con mira telescópica, pistolas cortas, munición, prismáticos térmicos, un buscador de peces y hasta una moderna ballesta. Esta polémica rifa duró todo el mes de mayo y a ella estaban invitados alumnos, maestros y personal administrativo del centro. Cada papeleta tenía costó 100 dólares (tres mil 900 pesos mexicanos) y el tope máximo era de 600 boletas vendidas.
La agencia EFE reportó que este sorteo se vio interrumpido por la matanza en la Robb Elementary School de Uvalde, Texas, donde la semana pasada murieron 19 niños y dos maestras. El director Akerman dijo que era “por respeto a estos trágicos acontecimientos”, pero días después volvió la polémica rifa de armas.
Sin embargo, a muchos les causó molestia e indignación el saber que el controversial sorteo en la secundaria ubicada en Madison, al norte de Florida, no se detuvo luego de que el 14 de mayo se registrara otro fatal tiroteo en la localidad neoyorkina de Buffalo, en el cual murieron 10 personas, la mayoría afroamericanas.
Con un pequeño bombo que manejaba el vicedirector de la escuela, Patrick White, responsable de sacar las boletas con los nombres de los ganadores, este martes se retomaron los sorteos y se dieron a conocer los nombres de los afortunados que se habían llevado las armas y elementos de caza que no pudieron rifarse debido al tiroteo en Texas.
Según el cartel de la rifa, los participantes debían “cumplir con todas las regulaciones” federales y de Florida, donde para las armas que no requieren de una licencia especial no es necesario siquiera pasar por un control de antecedentes. White concluyó el sorteo dando las gracias a los participantes porque con esta rifa “se ayudó a la escuela, que realmente lo necesita”.
Van por regulación de armas en Florida
En noviembre habrá elecciones en Florida para renovar la guberatura que actualmente posee el republicano Ron DeSantis. En plena campaña, el aspirante demócrata Charlie Crist afirmó durante un mitin en Miami, que una de sus prioridades será prohibir la venta de armas de asalto ante la creciente ola de tiroteos en escuelas, pues es lo menos que merecen los niños y los maestros.
“¿Cómo podría un padre no preocuparse ahora después de ver lo que sucedió en Buffalo, Texas y otros sitios en los úlitmos días? Esto tiene que parar”, dijo el congresista apenas el 31 de mayo.
A pesar de que la Segunda Enmienda de Estados Unidos permite la portación de armas “en defensa propia”, Florida cuenta con algunas restricciones para ello, entre las cuales destavan que la edad mínima para comprarlas es de 21 años (antes era de 18), además antes de que la persona quiera obtener un arma, se deberá llevar a cabo una verificación de antecedentes -que en promedio lleva tres días-; también están prohibidas las culatas de bache, diseñadas para que los rifles disparen más rápido, simulando a las armas automáticas.
La ley local establece que quien porte un arma oculta sin permiso en Florida comete un delito grave de tercer grado, el cual se castiga con hasta cinco años de cárcel o una multa de cinco mil dólares (más de 98 mil pesos mexicanos).
A nivel nacional la producción y las ventas de armas en Estados Unidos siguen siendo altas, luego de un aumento en las compras durante la pandemia de Covid19. En 2021, la industria de las armas de fuego vendió alrededor de seis armas por cada 100 estadounidenses.
El Heraldo de México