Un video que muestra cómo un perro es aplastado por una aplanadora en San Luis Potosí ha generado una gran indignación en las redes sociales. Las imágenes, compartidas por el periodista Carlos Jiménez, muestran el trágico incidente ocurrido durante trabajos de reencarpetación vial.
En el video, se puede ver que uno de los trabajadores de la obra dirige al operador de la aplanadora mientras esta avanza sobre el perro, que estaba en la calle. Aunque el canino estuvo bajo la maquinaria durante aproximadamente 18 segundos, los trabajadores no parecen haberse dado cuenta de inmediato. Uno de ellos se percata del perro solo después de que ya había sido aplastado, pero el animal ya se encontraba gravemente herido.
El pequeño perro agonizó durante casi un minuto antes de morir en el lugar, mientras los trabajadores continuaban con sus tareas sin intentar ayudar al animal ni retirar su cuerpo. El video, que ha alcanzado más de 490 mil reproducciones, ha provocado un fuerte rechazo entre los internautas, quienes critican la falta de sensibilidad y acción de los trabajadores.
La situación ha generado opiniones divididas entre los usuarios de las redes sociales. Algunos responsabilizan a los trabajadores por su aparente negligencia, mientras que otros dirigen la culpa a los dueños del perro por no cuidarlo adecuadamente. También hay quienes consideran que el incidente fue un accidente desafortunado y no necesariamente un acto de crueldad animal.
Entre las diversas opiniones, se encuentran comentarios como:
• “Los principales culpables son los dueños. Ojalá los metan a la cárcel; ellos no cuidan a su animal, pero quieren que otros lo hagan.”
• “Fue impactante, pero no hay culpables. No hubo intención, solo un accidente con un cachorro que probablemente no fue visto.”
• “Parece que lo hicieron a propósito, ya que el video muestra que el trabajador se asoma para ver qué hay abajo. Aunque el audio es turbio, es evidente que hay responsabilidad.”
• “Aunque fue un accidente, sí debería haber una sanción porque había un supervisor. No se puede clasificar como crueldad animal, pero se necesita una revisión de las responsabilidades.”