Inestabilidad, abandono y corrupción son la herencia en Guerrero: México Evalúa

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La inestabilidad política aunada a la falta de desarrollo y de mejora en las condiciones de vida en Guerrero a través de los años son los retos que debe afrontar el próximo Gobernador de Guerrero, dijo el Centro de Análisis de Políticas Públicas México Evalúa al presentar una serie de indicadores que analizan la situación de la entidad.

La organización civil dijo que Guerrero “muestra el peor desempeño que el promedio nacional” en materia de seguridad, justicia, educación, gasto público, rendición de cuentas y corrupción, salvo en los ámbitos de la deuda estatal y de la confianza en la policía estatal.

En este contexto, refirió México Evalúa, el próximo Gobernador tendrá la encomienda de restablecer la estabilidad y encaminar el estado hacia una mejora estructural e institucional que permita a los guerrerenses vivir mejor.

Este 7 de junio saldrán a las urnas 2 millones 404 mil 953  guerrerenses que elegirán a su nuevo Gobernador, 81 alcaldes y a 46 diputados. El proceso electoral se ha llevado a cabo en un ambiente enrarecido por la violencia y el hartazgo de la población.

Los candidatos son: del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Héctor Astudillo; del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Camacho, de Movimiento Ciudadano, Luis Walton y  del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Beatriz Mojica.

Según el Índice de Competencia Electoral desarrollado por México Evalúa, Guerrero obtiene un promedio general alto de 4.2, con 14 municipios con una calificación de 6, 17 municipios obtuvieron 5, 25 municipios 4, 25 municipios obtuvieron 3 y ningún municipio tuvo  calificación de 2 o 1.

La participación durante la última elección en 2012 fue del 50.08 por ciento. De 1993 a 2012, el promedio histórico de votos para el ganador ha sido del 63.18 por ciento, con un margen de victoria de 29.93 por ciento y un número efectivo de partidos de 1.98.

Guerrero tuvo alternancia con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) durante dos elecciones consecutivas. El último periodo no llegó a buen fin, pues el Gobernador electo en 2011, Ángel Heladio Aguirre Rivero, no concluyó su mandato y pidió licencia tras el descontento originado por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa que este martes cumplen 8 meses de estar desaparecidos.

Aguirre Rivero dejó un estado desolado por las bandas del crimen organizado y sumergido en una de las peores crisis de seguridad en el país. En el presente proceso electoral han sido variados los episodios de violencia.

El pasado 1 de mayo Ulises Fabián Quiroz, quien fuera candidato de la coalición Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) para la alcaldía de Chilapa, Guerrero, fue asesinado a balazos en la comunidad de Atzacoaloya.

Cuatro días después Juan Mendoza Acosta, candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la alcaldía de San Miguel Totolapan, Guerrero, fue levantado junto con otras dos personas por un grupo armado y después fue liberado.

El 14 de mayo, Silvia Romero ex Secretaria de Educación de la entidad y candidata a una diputación fue secuestrada por un comando y liberada horas después. Cinco días después, Valentina Rosendo Cantú, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) renunció a la candidatura a la Alcaldía de Acatepec por una “cuestión de seguridad”.

A esto se suman las manifestaciones, confrontaciones, jornadas contra las votaciones y operativos entre normalistas, miembros de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) y otras organizaciones. Estas acciones se han dado dentro del marco de la exigencia por la aparición de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, y en un llamado a no votar el 7 de junio.

También destacan los hechos ocurridos en Chilapa, donde de acuerdo con lo pobladores se han registrado al menos 30 desapariciones durante mayo. No obstante, las autoridades sólo han confirmado 15 de estos casos.

Al respecto, México Evalúa indicó que mientras a nivel nacional el 24.9 por ciento de la población  se sentía segura en 2014, en Guerrero solamente el 18.9 por ciento de los habitantes compartían esta percepción, según cifras de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE).

La misma información indica que la entidad se ubicaba entonces en el octavo lugar de los estados con menor percepción de seguridad. La organización menciona que si bien la tasa de homicidios dolosos ha ido a la baja en los últimos años, históricamente, ésta ha sido y sigue siendo muy alta en comparación con la mayoría de los estados de la República.

Mencionó que entre 2011 y 2014, Guerrero representó cada año el triple que el promedio a nivel nacional. Así, en 2011, se registraron en la entidad 62.1 homicidios por cada 100 mil habitantes, mientras que a nivel nacional la tasa fue de 19.8.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran cómo en 2012 la entidad registró 66 homicidios por cada 100 mil habitantes, cuando el promedio nacional fue de 18.6.

La misma información refiere que en 2013 la tasa de homicidios fue de 59.2 en Guerrero contra 15.5 a nivel nacional. En 2014, fueron 42.7 homicidios por cada 100 mil habitantes en Guerrero, en contraste con los 13.1 a nivel nacional.

Por otra parte, refiere la organización, mientras que la confianza en la policía estatal bajó entre 2011 y 2013 para situarse muy por debajo del promedio nacional, mejoró notablemente en 2014.

Menciona que en 2013,  sólo el 5.9 por ciento de la población sentía mucha confianza en la policía estatal, superando únicamente al Distrito Federal (5.0%) y al Estado de México (4.6%).

En cambio, agrega, en 2014, la confianza aumentó al 15.3 por ciento de la población y se ubicó por encima del promedio nacional que tenía un 13.7 por ciento, según se desprende de la ENVIPE.

Los ciudadanos guerrerenses perciben una alta ocurrencia de prácticas corruptas. Gráfico: México Evalúa.

En cuanto a corrupción, la última Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) reporta que el 90.09 por ciento de los ciudadanos guerrerenses perciben una alta ocurrencia de prácticas corruptas, porcentaje superior al promedio nacional, en el que 88.3 por ciento de los ciudadanos tienen esta percepción.

En términos de rendición de cuentas, tanto la entrega Cuenta Pública Auditada como de la Cuenta Pública No Auditada se entrega antes de lo que se hace a nivel federal.

En materia de compras gubernamentales, al revisar la legislación estatal de adquisiciones, la de transparencia y portales web del gobierno, identificamos un altonivel de opacidad, pues, muchos documentos que se publican a nivel Federal no se publican a nivel del estado.

Con respecto al ámbito educativo las constantes protestas magisteriales, así como la pérdida de un número importante de días de clase, han contribuido a la baja calidad educativa en el estado. Los resultados de las pruebas ENLACE y PISA confirman este diagnóstico.

México Evalúa menciona que de acuerdo con la prueba ENLACE 89.9 por ciento de los alumnos de tercer grado de secundaria pública en la entidad tuvieron un nivel insuficiente o elemental en Español, contra 65.7 por ciento a nivel nacional, y 74.2 por ciento en Matemáticas, contra 62.9  por ciento a nivel nacional.

De 6 niveles, la Prueba PISA reportó que Guerrero tuvo los peores resultados en el país. En Lectura, el 69.3 por ciento de los alumnos se encontraba en el

las constantes protestas magisteriales, así como la pérdida de un número importante de días de clase, han contribuido a la baja calidad educativa en el estado. Gráfico: México Evalúa.

Nivel 1 o debajo de éste, contra 41.1 por ciento a nivel nacional, y en Matemáticas, el 79.8 por ciento, contra 54.7 por ciento a nivel nacional.

En su análisis de Gasto Público y Rendición de Cuentas, México Evalúa mencionó que mientras que muchos estados mexicanos tienen niveles de deuda pública muy altos, Guerrero destaca por su nivel muy bajo.

Detalló que la deuda pública per cápita de Guerrero en 2014 era de 917 pesos, mientras que el promedio nacional era de 4 mil 258 pesos. En 2013, dijo, el gasto ejercido por el estado rebasó el gasto aprobado por 22.52 por ciento.

Por otra parte indicó que la entidad tiene una recaudación muy baja: los ingresos propios de la entidad representaron solamente 5.7 por ciento del gasto total, cuando el promedio nacional rebasa el 15 por ciento.

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