El tramo de la avenida Carranza, que va desde la avenida Reforma hasta el Jardín de Tequis, solía ser una de las zonas comerciales más activas de la ciudad. Sin embargo, en la actualidad, casi el 40% de sus locales comerciales están desocupados, lo que refleja una crisis comercial que no parece tener una solución a corto plazo, según comerciantes e inmobiliarios.
Durante un recorrido, se contabilizaron 120 inmuebles destinados a comercios en ese tramo de la avenida. De esos, 44 permanecen vacíos, con letreros de renta que indican la dificultad para atraer nuevos inquilinos.
Uno de los factores que los comerciantes señalan como clave para esta situación es la instalación de una ciclovía en la avenida Carranza, la cual consideran que no fue planeada adecuadamente y que sigue afectando a los negocios. La ciclovía fue implementada durante la administración de Xavier Nava Palacios y abarca desde Reforma hasta la calle Alfredo M. Terrazas, un tramo que, desde su construcción, ha visto una disminución constante en la ocupación de los locales.
Por otro lado, el presidente local de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Eduardo Naif Gallegos, afirmó que existen entre 40 y 50 locales desocupados en la avenida Carranza, lo que muestra una tendencia negativa para la economía de la zona. Esta baja demanda también se ve afectada por la inseguridad, que, según los comerciantes y vecinos, ha aumentado debido al abandono de varios inmuebles.
Uno de los puntos más críticos es la casona ubicada en la esquina de Carranza y Tresguerras, que ha sido señalada como un lugar de reunión para personas en situación de calle. Los vecinos han denunciado la inseguridad en los alrededores y han visto, en varias ocasiones, fogatas en el interior del inmueble, lo que ha requerido la intervención de los bomberos.
En cuanto a posibles soluciones, Naif Gallegos sugiere aprovechar los estacionamientos privados que existen en la avenida y que tienen una capacidad para mil 200 vehículos. De esta manera, se podría mitigar una de las quejas principales de los comerciantes, quienes afirman que la ciclovía ha reducido considerablemente el espacio disponible para estacionarse, afectando la afluencia de clientes.
Para Luz María Urbieta, una comerciante que ha mantenido su local en la esquina de Benigno Arriaga y Carranza, la ciclovía no solo afectó a los negocios, sino que la pandemia de Covid-19 agravó aún más la situación. Urbieta menciona que el confinamiento redujo el movimiento económico, y cuando la situación empezaba a mejorar, la falta de lugares para estacionarse terminó por reducir aún más las ventas.
A pesar de las quejas, el alcalde Enrique Galindo Ceballos ha declarado que la ciclovía de la avenida Carranza podría mantenerse, siempre y cuando se replantee su diseño y se integre mejor en los proyectos de movilidad de la ciudad. Aunque el Consejo de Movilidad y el Instituto Municipal de Planeación (Implan) están evaluando la situación, los comerciantes insisten en que hasta que la ciclovía no sea removida, los problemas no se resolverán.
Por su parte, el colectivo ciclista Pedaleando SLP critica que el debate siga girando en torno a la eliminación de la ciclovía en lugar de buscar maneras de mejorar la infraestructura para bicicletas en la ciudad. Los ciclistas consideran que es necesario crear una red de ciclovías interconectadas que fomenten el uso de la bicicleta como medio de transporte seguro y eficiente.
Finalmente, Amparo Rosillo Izquierdo, presidenta de la asociación Nuestro Centro, señaló que la ciclovía en Carranza no fue bien planeada y que la ciudad aún no está lista para adoptar la bicicleta como una alternativa de transporte. Según Rosillo, proyectos como este deben ser más cuidadosos en su planificación y ejecución para tener un impacto positivo.
Mientras el debate continúa, los comerciantes que aún permanecen en la avenida Carranza enfrentan cada día nuevos retos, luchando por mantener sus negocios a flote en medio de un panorama que parece desalentador.
