Tomas clandestinas de agua quitan derecho de mayorías y representan un robo.
*Entre las irregularidades también se detectaron aljibes para uso de riego en camellones.
SLP.- El Organismo Operador del Agua Potable de San Luis Potosí tiene reportes de al menos 30 tomas de agua clandestinas a la semana, con pérdidas monetarias por casi tres millones de pesos, recursos que podrían ser destinados a mejorar la infraestructura hidráulica y sanitaria para la recuperación del caudal que inyecta la red de agua.
Así los destacó el director del Nuevo Interapas, José Enrique Torres López, quien detalló que las tomas ilegales, que se han ubicado en esta semana es principalmente en camellones de áreas verde que vecinos de la zona utilizan para el riego del césped, “hasta aljibes se han encontrado bajo estos jardines públicos”.
Indicó que el último hallazgo de robo de agua, se detectó en la calle de Sierra Arakán, Lomas Tercera Sección, donde un aljibe de casi dos mil metros cúbicos funcionaba para bombeo y regar pasto, “agua que es potable y definitivamente no es para regar, quietándole la oportunidad a más familias, de contar en sus hogares con agua para consumo humano”.
El titular del organismo enfatizó, que, tras estas anomalías, la dirección que encabeza, tomará acciones legales, acorde a la Ley de Aguas de San Luis Potosí, lo que es un precedente jurídico importante, para que ninguna persona ajena al organismo, haga mal uso de un recurso que nos le pertenece.
Torres López, exhortó a toda la ciudadanía, especialmente a aquellos que no cuentan con medidores de agua, así como fraccionadores que no han tramitado la municipalización de sus viviendas, contratar legalmente el servicio de agua, “porque de ello, depende que este recurso que es un derecho humano, se distribuya equilibradamente”.
Por último, Torres López invitó a los potosinos, a hacer uso responsable del agua desde sus hogares y comercios, al evitar o arreglar goteras en grifos de lavaderos, lavabos, regadera y depósitos de baño, al no lavar automóviles con manguera, reutilizar agua de lavado de ropa o de trapeado de pisos y en general, a enseñar a las nuevas generaciones, que el agua es un derecho, pero también una obligación preservarla
