Inversión y abandono segmentan Carranza

Escenario de contrastes en la avenida Venustiano Carranza: mientras algunos inversionistas comienzan a trabajar con nuevas construcciones, hay más locales cerrados por falta de emprendedores que los renten.

Los tramos abandonados comienzan entre Uresti y Tomasa Estéves: en la manzana del lado sur hay al menos tres grandes locales que formaban parte de la movilidad económica de esa zona. Uno de ellos se encuentra en renta y otros tienen meses desocupados y sin mantenimiento.

Los malvivientes han destruido marcos y ventanas de madera, y ya provocaron que se perdiera la fisonomía original y los colores naturales.

Metros adelante, en el local marcado con el número 729, hay vidrios rotos, grafiti y pintura exterior que va envejeciendo. Pasan 70 metros y en otro local el recubrimiento de piedra de la fachada ya se encuentra bañado de pintas vandálicas.

También va desapareciendo la decoración de la fachada de un negocio que por décadas operó como restaurante o restaurante bar, con distintas variantes de oferta: primero un restaurante bar de carnes finas, luego un establecimiento de mariscos y después carnitas,  pero en la rotación parecía ser un negocio ubicado en un lugar que garantizaba el funcionamiento. En ese local hay vidrios rotos, madera dañada de las ventanas y pintas.

En la esquina de Venustiano Carranza y Francisco Eduardo Tresguerras, ya desapareció la totalidad de las ventanas y la herrería del inmueble que por años ocupó la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental de Gobierno del Estado (SEGAM), inmueble desocupado por falta de pago de rentas en el sexenio de Juan Manuel Carreras.

Otros locales están en renta o en venta pero de aquellos que se desocuparon durante la pandemia, ninguno tiene clientes nuevos y los malvivientes los van destruyendo o deteriorando en forma progresiva.

Pulso

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