Cuando hay turbulencia en los mercados, usualmente puede protegerse el dinero vendiendo activos riesgosos y comprando bonos de países como Estados Unidos y Alemania. Pero sucesos recientes sugieren que ya no se puede confiar en esta estrategia
Los mercados financieros alrededor del mundo han vivido semanas turbulentas en el último mes, pero sus refugios tradicionales parecen estar agotando sus capacidades.
La semana pasada los índices de volatilidad creados por el Mercado de Opciones de la Bolsa de Chicago (CBOE, por sus siglas en inglés), también conocidos como los “índices del miedo”, alcanzaron su nivel más alto en lo que va del año.
Esto refleja el alza que el miedo registra en los mercados gracias a la combinación de factores preocupantes en China, Europa y Estados Unidos.
Normalmente, los inversionistas reaccionan ante este tipo de situaciones con mayor aversión al riesgo, vendiendo sus activos más riesgosos (como las acciones) y buscando refugio para su dinero mediante la compra de activos percibidos como seguros (como los bonos de países desarrollados como Estados Unidos y Alemania).
Pero Bloomberg reporta que “hay un problema con esa fórmula en esta ocasión: los corredores de bolsa no están tan seguros de poder encontrar algo que sea genuinamente seguro en estos momentos”.
Esto se debe a que expertos ya suenan alarmas sobre la salud de los mercados de bonos, incluyendo los de los países desarrollados. Su preocupación se debe al históricamente alto nivel de deuda, pública y privada, que actualmente existe en el mundo, además de a posibles problemas de liquidez en el mercado de estos instrumentos.
Además, otro factor vuelve menos atractivos a los bonos por una razón mucho más simple: ya no son tan rentables. Tras más de seis años de programas de estímulo monetario a gran escala, los rendimientos de los bonos en la economías desarrolladas se encuentran en bajos históricos (en algunos casos incluso en territorio negativo).
Bonos en problemas
Expertos como Robert Shiller, ganador del Premio Nobel en Economía, y Warren Buffett, legendario inversionista multimillonario, actualmente ven a los bonos como activos irracionalmente sobrevaluados.
Por su parte Nouriel Roubini, profesor en la Universidad de Nueva York y presidente de la consultora Roubini Global Economics, escribió recientemente que la paradójica falta de liquidez en los mercados de bonos podría desatar severos problemas en el futuro cercano.
La paradoja a la que hace alusión Roubini hace referencia al hecho de que a pesar de la enorme inyección de liquidez lograda por los programas de estímulo de los bancos centrales alrededor del mundo, los mercados de bonos siguen siendo característicamente menos líquidos que otros como los de las acciones o las divisas.
“La combinación de liquidez macroeconómica y falta de liquidez en los mercados es una bomba de tiempo… A medida que más inversionistas se vuelcan sobre activos sobrevaluados y cada vez menos líquidos -como los bonos- el riesgo de una crisis extendida se incrementa”, advierte Roubini.
Incluso Bill Gross, fundador de la administradora de activos Pimco y apodado “el rey de los bonos”, advierte que la tendencia alcista de los últimos 35 años en los mercados de deuda está por llegar a su fin.
“Hay malestar por delante y bajo rendimiento en los activos. Quizá un gran malestar, si hay una burbuja reventándose”, advirtió Gross recientemente en una nota a sus clientes.
Tormenta financiera
Las dudas acerca de los activos que tradicionalmente han sido considerados como seguros resultan particularmente preocupantes debido al azote de volatilidad que ha golpeado en varios frentes alrededor del mundo.
Por un lado, China está sufriendo su peor colapso bursátil desde 1992, con una caída promedio de 25 por ciento en sus dos principales índices accionarios (los de las bolsas de valores de Shanghái y Shenzhen).
Al mismo tiempo, la crisis de deuda en Grecia ha tenido consecuencias catastróficas para la economía del país mediterráneo, y amenaza con desestabilizar al resto de la eurozona (con efectos particularmente agudos para otros países endeudados como España e Italia).
Y en Estados Unidos, la amenaza de incumplimiento de pagos que suena con cada vez más fuerza en Puerto Rico podría ser sólo el principio de un problema mayor en las deudas estatales y municipales, mismo que podría descarrilar la recuperación de la mayor economía del mundo.
Sin embargo, en comparación con otros periodos de turbulencia (como la crisis financiera del 2008, o las crisis de deuda europeas de 2010 y 2012) los expertos ven una disminución en el riesgo de un contagio económico que podría amenazar al mundo en general.
Fuente: Reporte Índigo.