Después de intensas negociaciones mediadas por Egipto y Catar, y con el respaldo de Estados Unidos, Israel y Hamás han llegado a un acuerdo para poner fin a los combates en Gaza. El pacto incluye un intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, y abre la puerta para el posible fin de un conflicto de 15 meses que ha desestabilizado la región.
El acuerdo se formalizó días antes de la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el 20 de enero. La intervención militar israelí comenzó tras un ataque sorpresa por parte de Hamás el 7 de octubre de 2023, que resultó en la muerte de más de 1,200 personas y el secuestro de más de 250 rehenes.
Desde entonces, la campaña de Israel ha dejado más de 46,000 muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza, y ha devastado la frágil infraestructura de la región, dejando a cientos de miles de personas en condiciones precarias.
El presidente Trump celebró el acuerdo en sus redes sociales, asegurando que el acuerdo para liberar a los rehenes “es un gran paso”. También destacó el papel de su equipo en las negociaciones y prometió que su administración continuará trabajando para evitar que Gaza vuelva a convertirse en un refugio para los terroristas.
El acuerdo contempla una fase inicial de liberación gradual de 33 rehenes, incluidos mujeres y niños, en un período de 42 días, durante el cual se mantendrá un alto el fuego en Gaza. Además, cientos de prisioneros palestinos serán liberados, aunque no se especifica su destino.
Este acuerdo podría aliviar parcialmente la presión sobre el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, pero ha generado tensiones dentro de su gobierno, especialmente entre sus aliados de extrema derecha, quienes han amenazado con abandonar el gabinete si se avanza con el pacto.
El conflicto ha tenido repercusiones en toda la región, con grupos respaldados por Irán atacando a Israel en solidaridad con los palestinos. El acuerdo llega después de que Israel lograra importantes victorias contra los líderes de Hamás y Hezbolá.