La llama olímpica llegará a Roma este jueves para comenzar un recorrido histórico que abarcará 12 mil kilómetros por toda Italia. El relevo pasará por las 20 regiones del país, más de 100 provincias y cientos de ciudades y pueblos, con la participación de 10,001 portadores, quienes trasladarán el símbolo olímpico hasta la inauguración del próximo 6 de febrero en Milán.
El trayecto incluirá escenarios emblemáticos como el Coliseo de Roma, el Gran Canal de Venecia y diversas localidades del sur del país, como Palermo y Nápoles, zonas donde los deportes de invierno no son tan comunes pero donde se busca encender el entusiasmo rumbo a la justa internacional.
La ceremonia que marcó el inicio de esta ruta se realizó en el Estadio Panathinaikó de Atenas, donde Giovanni Malago, presidente del comité organizador de Milán-Cortina 2026, recibió oficialmente la llama. El acto, reducido por pronósticos de lluvia, reunió a pocos asistentes, aunque mantuvo el carácter simbólico de la tradición.
Durante su mensaje, Malago destacó el orgullo de Italia por su historia olímpica y recordó que han pasado dos décadas desde la última vez que el país albergó unos Juegos Olímpicos de Invierno, en Turín 2006. También aseguró que los próximos 63 días del relevo serán “una aventura increíble” para todo el país.
Antes de llegar a Atenas, la antorcha completó un relevo de nueve días por Grecia después de haber sido encendida el 26 de noviembre en la antigua Olimpia. Entre los últimos portadores estuvo la tenista italiana Jasmine Paolini, campeona olímpica en dobles, quien entregó la llama en el emblemático estadio griego.
El recorrido italiano finalizará el 26 de enero en Cortina D’Ampezzo, justo 70 años después de la inauguración de los Juegos de 1956 en ese mismo lugar. Posteriormente, la llama se trasladará a Milán para encender el pebetero en la ceremonia inaugural en el estadio San Siro.