Japón llegó a la luna con innovación propia

El país está demostrando una serie de nuevas tecnologías, las cuales podrían ayudar a futuras misiones llegar a áreas relativamente pequeñas en medio de terreno rocoso o irregular

Japón aterrizó su nave Smart Lander para investigar la Luna (SLIM) en la superficie de dicho satélite, el 20 de enero pasado. A pesar de un problema de energía con el módulo de aterrizaje, el evento tiene importancia tanto política como técnica, pues es el primer alunizaje de Japón, lo que lo convierte en el quinto país del mundo en aterrizar con éxito en la Luna. Se trata de un logro importante y consolida la posición de Japón como líder en tecnología espacial.

Si bien la nave aterrizó con éxito en la superficie lunar y desplegó sus rovers, las células solares del SLIM no funcionaban correctamente, lo que significa que la nave probablemente sólo podría funcionar durante unas pocas horas.

Soy un estudioso de asuntos internacionales que estudia el espacio. Al igual que la NASA y otras agencias espaciales, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) quiere avanzar en la investigación y la tecnología demostrando nuevas técnicas y recopilando datos científicos. El aterrizaje también es parte de algo más grande: un creciente interés global en la actividad lunar.

Tecnología de precisión

El logro de Japón no es sólo simbólico: Japón está demostrando una serie de nuevas tecnologías con el módulo de aterrizaje. El nombre, Smart Lander for Investigating the Moon, se refiere a la nueva tecnología de aterrizaje de precisión de la nave espacial.

Esta tecnología podría ayudar a futuros aterrizajes al permitir que las naves espaciales aterricen en áreas relativamente pequeñas en medio de terreno rocoso o irregular, en lugar de tener que encontrar grandes claros. Esta capacidad será particularmente importante en el futuro a medida que los países se centren en áreas de interés muy específicas en el polo sur lunar.

El módulo de aterrizaje también llevaba dos pequeños vehículos exploradores, cada uno de los cuales demostrará una nueva tecnología para moverse en la Luna.

El Vehículo de excursión lunar 1 incluye una cámara, así como equipo científico, y utiliza un mecanismo de salto para maniobrar en la Luna.

El Lunar Excursion Vehicle 2, desarrollado en colaboración entre el gobierno, la industria y el mundo académico, es una esfera lo suficientemente pequeña como para caber en la palma de la mano. Una vez en la superficie, sus dos mitades se separan ligeramente, lo que le permite rodar.

La nave SLIM está diseñada para aterrizar dentro de una zona de 328 pies (100 metros), mucho más pequeña que los módulos de aterrizaje lunares anteriores que tenían zonas de aterrizaje que abarcaban varios kilómetros.

SLIM utilizó un sistema de navegación basado en visión que tomó imágenes de la superficie lunar. Su sistema comparó rápidamente estas imágenes con patrones de cráteres en mapas lunares que JAXA desarrolló con datos de misiones anteriores.

A medida que los países identifiquen áreas que tienen más probabilidades de contener recursos útiles, como agua en forma de hielo, la tecnología de aterrizaje de precisión permitirá a las agencias evitar peligros cercanos y llegar a estas áreas sin incidentes.

De regreso a la Tierra

También hay un elemento geopolítico en estas actividades. China, India y Japón –las tres naciones que han aterrizado con éxito en la Luna desde 2000– participan en una competencia regional en una serie de áreas, incluido el espacio. Además de las consideraciones regionales, estos logros ayudan a establecer a las naciones como líderes a escala global, capaces de algo que pocas naciones han hecho alguna vez.

El lanzamiento de Japón se produce sólo seis meses después del alunizaje de la India y apenas unas semanas después de un intento fallido de una empresa estadounidense, Astrobotic.

Tanto Rusia como la empresa privada iSpace hicieron intentos fallidos de aterrizaje en 2023. El éxito de Japón en el aterrizaje en la Luna –incluso con problemas con los paneles solares que acortaron el cronograma de la misión– demuestra que JAXA es un actor importante en este esfuerzo global.

A pesar de los recientes reveses, como el anuncio de la NASA de retrasos en su próxima misión Artemisa, Estados Unidos sigue siendo un claro líder en la exploración espacial y lunar. La NASA tiene varias naves espaciales orbitando la Luna en este momento y ya lanzó con éxito el cohete SLS, que es capaz de llevar humanos de regreso a la Luna.

La NASA está desarrollando internamente sistemas muy grandes y complejos, como la estación espacial Gateway, que orbitará cerca de la Luna, y la infraestructura para las misiones lunares humanas Artemis. No es raro que estos grandes y complejos esfuerzos experimenten algunos retrasos.

Últimamente la NASA también ha entregado muchos esfuerzos de menor escala a entidades comerciales, como en el programa de Servicios Comerciales de Carga Lunar que apoyó el intento de Astrobotic. Se trata de un nuevo enfoque que implica cierto riesgo, pero brinda la oportunidad de innovación comercial y crecimiento de la economía lunar, al tiempo que brinda a la NASA la capacidad de centrarse en aspectos grandes y complejos de la misión.

En lo que respecta a la Luna, JAXA se ha asociado con los EE. UU. y ha asumido un componente muy importante de las misiones Artemis: el desarrollo de un vehículo lunar presurizado. Se trata de una tecnología nueva y compleja que será fundamental para las misiones humanas a la Luna en los próximos años.

– El Sol de México

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