El Radar
Por Jesús Aguilar
En Palacio de Gobierno está la fotografía de Joaquín García Martínez titular del Instituto Potosino del Deporte. Esta posible remoción del cargo resalta uno de los principales problemas en la selección de personal dentro del gobierno estatal: el acomodo de funcionarios basado más en lealtades personales que en méritos profesionales o experiencia demostrada.
Un edificador gestionando el deporte en el estado parece descabellado, pero en los hechos para los tomadores de decisiones no.
La administración estatal, que ha venido realizando cambios dentro del gabinete en las últimas semanas, decidirá pronto si García Martínez continúa en su puesto. Esta decisión llega después de un incidente ocurrido el 15 de octubre, cuando un trabajador del Inpode, en estado de ebriedad, chocó una camioneta oficial contra una glorieta y fue arrestado por portar un arma de fuego.
Previamente, sobrepasando sus facultades, Joaquín García Martínez fue acusado por la titular del Instituto Potosino de la Juventud Jacqueline Alejandra Camacho Arriaga quien lo señaló de haberla despedido ilegalmente, usado recursos que no le correspondían y haber amedrentado a su personal y a ella en un acto de abuso de poder incomprensible.
El tema ya generó el inicio de una investigación que no ha dado luces claras.
Versiones extraoficiales hablan más de un “pronto” por cuestiones de cruces sentimentales y amistosos en malos términos que un conflicto de otra índole.
El Gobernador reafirmó que cualquier funcionario involucrado en conductas delictivas será cesado de inmediato, sin importar el rango o la gravedad de la infracción. Sin embargo, este tipo de situaciones también ponen de manifiesto que el proceso de selección de altos funcionarios no siempre se basa en las competencias necesarias, sino en la cercanía personal o política con la cúpula gubernamental.
Aún no se ha decidido formalmente si García Martínez será removido, pero este no es el único episodio que cuestiona su capacidad para liderar el Inpode a pesar de que en la última evaluación del gabinete disponible llamado Semáforo Estatal de Rendimiento Gubernamental, García Martínez promediaba un más que suficiente 8.4 por lo menos hasta mayo de este 2024.
La gestión estatal se enfrenta a críticas por privilegiar la lealtad y las relaciones personales sobre las competencias y el historial profesional, un enfoque que ha derivado en problemas como el que ahora enfrenta el gabinete que sigue teniendo cuadros con pocos argumentos contundentes para justificar sus importanes posiciones.
Ya el colmo en el caso es el trascendido de que Joaquín García Martínez quien era promotor de temas deportivos en Soledad con el ex portero de Pumas Odín Patiño con mediocre paso en el gobierno estatal, ha presentado ya su renuncia sin que le permitan irse porque no hay relevo medianamente adecuado para tomar la responsabilidad que hoy mantiene.