JOSÉ MARIO: EL ABOGADO DE LAS MIL FACHADAS

DESTACADOS, RADAR

El Radar, El Editorial de Antena.

La prevaricación en su significado etimológico deriva del verbo latino prevaricare que quiere decir desviarse del camino recto o caminar torcido; el prevaricato como tipo penal se refiere a la manifestación injusta o contraria a la ley, proferida por un servidor público en ejercicio de sus funciones y abusando de su autoridad. Esta definición retrata de cuerpo entero no solo en el ámbito jurídico al abogado Jose Mario de la Garza Marroquín, que hoy debe enfrentar la larga hilera de condiciones donde ha exhibido su ambición criminal, su hipocresía sistemática, su actuación altamente reprochable no solo desde el punto de vista individual sino también ético-profesional, en donde ha cruzado las lineas de forma inaudita como una constante.

Hace más de 20 cuando concluyó el litigio entre la empresa METALCLAD y el Gobierno del Estado de San Luis Potosí, la indemnización multimillonaria que se obtuvo por parte de la empresa (más de 16 millones de dólares del tipo de cambio de octubre de 2001) a costillas del erario potosino, constituyó un primer acto de prevaricato señalado en los libros del caso que terminó bien para todos los involucrados, menos para el estado tunero que terminó pagando a todos, en primera fila de los cobradores estaba el despacho que iba y venía en el tema, el Bufete de la Garza.

La serie de incongruencias y manejos de fachada y triple moral son una seguidilla evidente: De la Garza Marroquín, preside el patronato de RENACE* en cuyo portal https://renaceslp.org/ dice en su portada: “¿Qué es Renace?

“Organización defensora de Derechos Humanos, para lograr el acceso a la justicia de las personas en situación de vulnerabilidad.” En lo práctico ha conjurado con los poderes económicos del estado y el país en perjuicio de los más desprotegidos. Jose Mario y su equipo jurídico no han dudado en aplastar a decenas de “ciudadanos” desprotegidos, no por el poder de la autoridad, como sucede con los reclusos “inocentes”, sino por el poder del dinero y el tráfico de influencias.

Dentro de la “dura tarea” de opinar y “resolver” de todo, De la Garza Marroquín se ha tomado también potestades increíbles, incluso se tornó en su momento en defensor de la “libertad de expresión”cuando anunció a través de sus redes sociales que presentó una iniciativa ciudadana al Congreso del Estado “con el fin de proteger a quienes ejercen el periodismo ético y de rigor, y a las figuras públicas de invasión en su vida privada, noticias falsas y daños a propósito”. Fue enfático al exponer sus motivos en que durante la resolución de estas demandas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, había logrado resolver en la comprensión de que la tolerancia a la crítica por parte de figuras públicas, debe ser más amplia siempre y cuando este escrutinio se fundamente en la actividad que desempeña la figura pública. Por la boca muere el pez, y hoy que es una figura pública, responsable de tareas del estado y cobra del erario debe ser sometido en escrutinio abierto, por lo que sus rabiosas actitudes intramuros deberían ser sofocadas del todo.

Jose, como le dicen sus contados “amigos” ha buscado promoverse insaciablemente como un “agente social” todo-terreno, pero desafortunadamente para sus múltiples causas, también ha sido exhibido “desacatando” flagrantemente, el ideario que ha criticado acremente, rasgando las banderas en las que se ha envuelto y corrompiéndose en lo práctico, su terreno favorito, donde finalmente, todo lo que importa es el “ganar-ganar”.

Ninguno de los argumentos de sus múltiples detractores había sido lo suficientemente sólido para dañar sus variadas y funcionales fachadas, hasta ahora.

El gobierno municipal que preside Enrique Galindo, en la inocencia de su condición primaria, lo reclutó como el asesor y gestor elemental del andamiaje jurídico de la adminsitración vigente. Astrolabio analizó sus condiciones y emolumentos, destacando los cobros de dos contratos de más de 4 millones de pesos. https://www.astrolabio.com.mx/jose-mario-de-la-garza-el-asesor-prime-del-ayuntamiento-de-slp/.

¿Se puede asistir a una “cena de negros” sin probar bocado? No. Jose Mario fue exhibido esta semana también por nuestro periódico hermano en el cruce de intereses que hoy comparte, https://www.astrolabio.com.mx/bufete-de-la-garza-asesor-y-adversario-juridico-del-ayuntamiento-de-slp/, su despacho promueve varios amparos en contra del decreto de Área Natural Protegida Sierra de San Miguelito, representando a Valoran/Meta que sigue en la pugna por generar el complejo logístico más grande de latinoamérica en La Pila en más de 2,500 hectáreas.

La suerte de los “desprotegidos” a los que dice defender en su trabajo pro-bono se evaporan cuando se trata de negociaciones sordas con ejidatarios, su exigencia de tolerancia a la crítica periodística se sacude cuando acude a la protección de sus padrinos y principalmente, su avanzada capacidad para pedir rendición de cuentas a las entidades públicas se diluye cuando sucede lo inevitable en su carrera de ansiedad y codicia, se vuelve juez y parte de lo inconcebible. No se vale cruzar las lineas de forma tan cínica como lo ha venido haciendo “Jose”, desde hace mucho tiempo, finalmente en este y en todos los casos, como decía el Filósofo de Güemes, “la confianza dura hasta que se acaba”. Pretender que un tema público de tal interés como el manejo juridico de la ciudad más importante del estado se podía traspapelar, es otra ocurrencia genial, como lo fue reclutarlo. No solo su salida por la puerta de atrás de la administración pública es necesaria, sino también un serio proyecto de apercibimiento interno en su despacho, donde deben saber que las prácticas y costumbres que los han encumbrado, también ahora los pueden sepultar. Al tiempo.

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