Además de aprender y prepararse para sus vidas, estudiantes de secundaria y bachillerato de Jalisco, Puebla y San Luis Potosí, ayudan a la conservación ambiental.
Impulsado por CEMEX, el Programa de Restauración Ambiental Comunitaria (PRAC) ha convertido a decenas de alumnos, a lo largo del país, en auténticos promotores ambientales y verdaderos agentes de cambio que preservan las especies y sus hábitats.
Esto ha propiciado un mayor impacto positivo en las comunidades de diversos estados de la república, preocupadas por construir un mejor futuro, a partir de proyectos sostenibles que protejan la biodiversidad animal y vegetal.
Algunos ejemplos de ello, son la creación de un área para la preservación de aves urbanas, el desarrollo de un jardín polinizador y el impulso de una farmacia viviente con plantas medicinales que promueven la herbolaria mexicana.
Estos proyectos destacados y emprendidos por promotores ambientales han valido el reconocimiento de importantes organizaciones a nivel internacional, como el Wildlife Habitat Council (WHC), que reconoce las acciones o programas enfocados a la preservación del medio ambiente, además de certificar aquellas empresas preocupadas por la conservación del hábitat de las especies.
Para monitorear y observar sus comportamientos estacionarios o migratorios, las áreas de preservación de aves urbanas permiten conocer a detalle las clases que habitan en cada región, además de ofrecer un panorama más detallado de las especies predominantes.
Con relación a los hábitats, el proyecto del jardín polinizador tiene como singularidad establecer las especies florales que favorecen un medio propicio para la conservación de insectos y aves, debido a que garantiza la vegetación que la fauna necesita en alguna de las fases de su vida, como en los casos de la mariposa monarca o el colibrí de pico ancho.
Pero si lo que se busca es un remedio natural para aquellas dolencias o inconveniencias físicas, la farmacia viviente se presenta como una solución de salud creada por promotores ambientales. En ella, se pueden encontrar plantas medicinales y aromáticas utilizadas en la herbolaria para beneficio de la población.
De esta manera, existen las especies vegetales que reducen malestares estomacales o calman el ardor de una quemadura. Por si fuera poco, y dado que varias plantas generan flor atrayente para los polinizadores, apoyan a la conservación de la fauna local que también se beneficia del ecosistema y la naturaleza en general.
“Queremos destacar el esfuerzo que los estudiantes han realizado por convertirse en agentes de cambio que benefician el medio ambiente. Apoyarlos y brindarles las herramientas necesarias para lograrlo, es tarea de todos y, en CEMEX; estamos comprometidos en impulsar estos proyectos que salvaguardan la diversidad y el futuro sostenible del planeta”, aseguró Luz Elena Barragán, directora de Impacto Social de CEMEX México.
Pero además de Jalisco y San Luis, en Puebla también se destacó el impulso de la comunidad con el desarrollo de un mariposario, la recuperación de material autóctono, así como el establecimiento de jardines polinizadores y módulos agroecológicos sostenibles, proyectos que se gestionaron con el objetivo de preservar el hábitat de vida silvestre de la región.
Las certificaciones entregadas por el WHC a la compañía cementera tienen una vigencia de dos años. Los programas reconocidos fueron desarrollados en las Plantas de CEMEX de Guadalajara, Jalisco, así como en Tamuín y Ciudad Valles, San Luis Potosí, además de la Planta Puebla, en cuyas poblaciones adyacentes se pueden encontrar tan sólo un ejemplo de los proyectos que preservan la vida de muchas especies.
A la fecha, CEMEX tiene 10 plantas con certificaciones vigentes, otorgadas por el Wildlife Habitat Council a lo largo de la república.
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