En la 12ª sesión del Grupo Fundadores se contó con la presencia de Karina Monserrat González Blanco, consejera alumna de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la UASLP, y Ángel Eduardo Rodríguez Castillo, consejero técnico de la carrera de Ciencias Políticas de la misma facultad. La reunión fue descrita como una de las más emotivas de las celebradas por el grupo, al dar voz a jóvenes universitarios que abordaron con valentía los recientes acontecimientos en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Durante su intervención, los representantes estudiantiles denunciaron arbitrariedades y vejaciones sufridas por alumnos, destacando el caso de abuso sexual ocurrido en la Facultad de Derecho, dentro de un cubículo donde tiene presencia la Federación Universitaria Potosina (FUP).
Reconocieron además la infiltración de grupos externos, particularmente del llamado bloque negro, que habrían intentado desvirtuar las legítimas demandas estudiantiles y promover la destitución del rector Alejandro Zermeño Guerra, en un intento por desestabilizar la institución.
Los consejeros explicaron que desde un inicio la FCA advirtió sobre estas intromisiones y exhortó a los demás planteles a mantener la autonomía de sus movimientos, evitando que personas ajenas intervinieran en los asuntos universitarios. Tras desenmascarar el porrismo, los estudiantes retomaron las consignas originales de justicia y respeto, causas que dieron origen al paro académico y administrativo.
Como parte del proceso de diálogo, se acordó que cada facultad elaboraría su propio pliego petitorio, atendiendo sus necesidades específicas y sin incluir demandas como la renuncia de la presidenta de la FUP, del rector o de los directores. Los jóvenes agradecieron la solidaridad de la comunidad universitaria y la comprensión de la ciudadanía durante el movimiento.
También informaron sobre la creación de un comité de acción y seguimiento estudiantil, aunque reconocieron la existencia de divisiones internas por la intransigencia de algunos grupos con intereses políticos que buscaban desvirtuar la autenticidad de las protestas.
Los representantes realizaron además un reclamo público al Gobierno del Estado, exigiendo el pago pendiente de recursos financieros a la UASLP, recordando que no se trata de un favor sino de una obligación institucional. Advirtieron que, de persistir el incumplimiento, algunos sectores contemplaban medidas drásticas, aunque la intervención del rector logró disuadir acciones inmediatas.
Con vehemencia y convicción, los jóvenes reiteraron que las vejaciones y abusos dentro de la universidad no son hechos recientes, sino problemas que se arrastran desde hace décadas. Denunciaron también las agresiones contra funcionarios, docentes y directivos, así como los destrozos provocados por grupos porros que intentaron liderar el movimiento de manera ilegítima.
Finalmente, los integrantes del Grupo Fundadores reconocieron y felicitaron a los consejeros por su madurez, valor y compromiso con la comunidad universitaria. Se les exhortó a ejercer plenamente sus derechos y a recordar el papel histórico de la UASLP como fuerza moral y cívica, capaz de influir en decisiones trascendentales de la vida pública potosina.
