Una jueza federal detuvo de forma temporal la orden del expresidente Donald Trump que prohibía a la Universidad de Harvard aceptar a estudiantes extranjeros para el ciclo escolar 2025-2026.
La decisión se dio luego de que Harvard presentara una demanda para frenar la medida impuesta por el Departamento de Seguridad Nacional, encabezado por Kristi Noem, que había revocado la certificación SEVIS. Esta certificación es necesaria para que las universidades en Estados Unidos puedan aceptar alumnos internacionales.
La jueza Allison Burroughs, del tribunal federal de Massachusetts, suspendió la revocación hasta una audiencia que se celebrará el próximo 29 de mayo. Esto significa que, por ahora, Harvard podrá seguir recibiendo a sus estudiantes extranjeros como de costumbre.
Más de una cuarta parte del alumnado en Harvard proviene del extranjero, por lo que esta decisión es clave tanto para los estudiantes como para las finanzas de la universidad, que cobra decenas de miles de dólares por matrícula.
La universidad acusó al gobierno de Trump de actuar en represalia por su oposición a controles sobre su personal, programas y políticas internas. Incluso, señalaron que ya habían sufrido recortes en fondos federales y la expulsión de un investigador.
El presidente de Harvard, Alan Garber, calificó la acción del gobierno como “ilegal e injustificada”, advirtiendo que pone en riesgo a miles de estudiantes y al prestigio académico de Estados Unidos.
Uno de los motivos que dio el gobierno para retirar la certificación fue la supuesta influencia del Partido Comunista Chino en el campus y el aumento del antisemitismo. Sin embargo, China respondió que esta decisión solo daña la imagen internacional de Estados Unidos.
Mientras tanto, algunos estudiantes extranjeros ya consideran cambiarse de universidad. Tal es el caso de Karl Molden, un joven austríaco que estudia literatura clásica y quien declaró que pidió su traslado a la Universidad de Oxford por temor a estas medidas.
La comunidad universitaria considera que esta es solo una más de las acciones autoritarias del gobierno de Trump contra la educación superior en el país.