El cantante Kalimba ha sido vinculado a proceso por el delito de abuso sexual agravado, tras ser acusado formalmente por Melissa Galindo de presuntos tocamientos durante una gira en 2020. Sin embargo, a pesar de esta medida judicial, Kalimba no fue enviado a prisión de manera inmediata, generando interrogantes sobre el tratamiento legal del caso.
La ausencia de una detención preventiva se justifica en parte por la defensa del cantante, que argumentó la insuficiencia de elementos probatorios para justificar su encarcelamiento. Además, el marco legal mexicano reserva la prisión preventiva para casos donde exista un alto riesgo de fuga o de continuidad delictiva, condiciones que no fueron determinadas aplicables en este caso por las autoridades pertinentes.
El juez a cargo del caso determinó que Kalimba enfrentara el proceso en libertad, con ciertas condiciones, como presentarse periódicamente ante el juzgado y la prohibición de salir del país sin autorización judicial.
Es importante recordar que el hecho de ser vinculado a proceso no implica automáticamente la culpabilidad del acusado. El caso de Kalimba sigue en curso, y en seis meses está programada otra audiencia para evaluar la contundencia de las acusaciones en su contra.
Mientras tanto, el cantante deberá cumplir con las medidas impuestas por el juez y continuar su defensa legal.