El Super Bowl 2025 fue testigo de un espectáculo de medio tiempo inolvidable a cargo de Kendrick Lamar, quien se convirtió en el primer rapero en encabezar el show en solitario. Durante casi 13 minutos, el artista ganador del Premio Pulitzer dominó el escenario del Caesars Superdome en Nueva Orleans, ofreciendo una actuación llena de energía y simbolismo.
La presentación comenzó con una introducción del actor Samuel L. Jackson, caracterizado como el Tío Sam, marcando el tono de un espectáculo con una fuerte carga cultural. Lamar abrió con “GNX” y “Squabble Up”, acompañado de un grupo de bailarines vestidos de rojo, blanco y azul. A pesar del simbolismo patriótico, Jackson enfatizó que eran vistos como “demasiado ruidosos, demasiado imprudentes, demasiado ghetto”, antes de dar paso a temas icónicos como “Humble.”, “DNA.”, “Euphoria” y “man at the garden”.
Uno de los momentos más esperados fue la posible interpretación de “Not Like Us”, una canción que se ha convertido en un himno en Los Ángeles y que ha sido clave en su disputa con Drake. Lamar insinuó el tema diciendo: “Quiero interpretar su canción favorita, pero ya saben que les encanta demandar”, en referencia a la controversia legal con el rapero canadiense. Finalmente, cerró su show con “tv off”, acompañado del productor Mustard y la tenista Serena Williams, quienes realizaron crip walking en el escenario.
La actuación contó con la participación especial de SZA, con quien Lamar interpretó “Luther” y “All the Stars”. La cantante ha sido una colaboradora frecuente del rapero y juntos se embarcarán en una gira por Norteamérica este año.
Lamar ya había pisado el escenario del Super Bowl en 2022 como invitado en el show de Dr. Dre, pero esta vez demostró por qué sigue siendo una de las figuras más influyentes del hip hop. “El rap sigue siendo el género más impactante hasta la fecha”, declaró el rapero cuando se anunció su participación. Y el domingo por la noche, reafirmó por qué él era el indicado para el trabajo.