El Foro Consultivo, Científico y Tecnológico se ha involucrado en las dos principales obras del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador: el Aeropuerto en la Base Aérea de Santa Lucía y el Tren Maya. Al primero, le dio el respaldo académico a días de que se llevará la consulta sobre su viabilidad; al segundo lo ha acompañado, mediante un convenio de colaboración, con actividades científicas, sociales y económicas.
Desde 2019, el Foro Consultivo ha respaldado la construcción del Tren Maya. El 10 de abril de ese año, Rogelio Jiménez Pons, Director General del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) firmó un convenio con esta organización “para llevar a cabo de manera conjunta reuniones que generen encuentros y consensos en torno a los temas primordiales del Tren Maya”.
Pero antes, en 2018, el Gobierno de López Obrador también recurrió, en el periodo de transición, al Foro y le solicitó un estudio sobre la viabilidad de construir el Aeropuerto en la Base Aérea de Santa Lucía. Esta asociación civil entregó a quien por entonces era el virtual titular de esa dependencia, Javier Jiménez Espriú, un documento de 18 páginas previo a la consulta que canceló el Aeropuerto de Texcoco. La noticia en los medios de comunicación se difundió como “academia orienta a la ciudadanía previo a la consulta”.
En las últimas semanas, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico AC, un organismo asesor autónomo y permanente del Poder Ejecutivo, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y del Poder Legislativo, ha sido blanco de críticas luego de que se diera a conocer que algunos científicos mexicanos, que integran el Foro, son investigados por supuestamente haber recibido recursos ilegales de parte de las autoridades del Conacyt durante la administración de Enrique Peña Nieto.
La indagatoria contra estos académicos partió de una denuncia de hechos interpuesta por la Unidad de Asuntos Jurídicos del Conacyt, ante el Ministerio Público y el Órgano Interno de Control, en la que no se mencionaron nombres, y en la que se señalaron posibles irregularidades ejecutadas a través de asignaciones directas millonarias a favor del Fondo, desde distintos fideicomisos del Consejo.
Posteriormente, la Fiscalía General de la República (FGR) presentó una acusación contra 31 investigadores por supuesta “delincuencia organizada, lavado de dinero, peculado y uso ilegal de atribuciones y facultades”.
La directora general del Consejo, María Elena Álvarez-Buylla Roces, refirió que en 2019 se estableció una mesa de diálogo con el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico y ahí se le exigieron al Consejo recursos anuales por 50 millones de pesos; al estar bajo los principios de austeridad, se les ofreció un monto menor, pero la segunda propuesta fue rechazada.
Esto dio pauta a una disputa legal, en la que el Foro promovió un amparo contra la administración del Conacyt porque no se le dieron estos recursos para operar. El caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que sobreseyó el juicio a la par que reconoció que sí existía “una relación de colaboración” de esta asociación, a la que dotó de legalidad su funcionamiento.
A la discusión se sumó el vocero de la Oficina de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas. A través de su cuenta de Twitter, exhibió que el Foro gastó la mayoría de sus recursos en “tintorería, comidas, viajes y salarios”: “En 16 años el Foro Científico recibió 571 millones de pesos, pero sólo 100 mdp los utilizó para proyectos de Ciencia y Tecnología; lo demás lo usó en gastos operativos”.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador también habló sobre el tema. El 30 de septiembre en su conferencia matutina dijo sobre el Foro Consultivo que es “una burocracia que se fue creando ahí y se dedicó a medrar. Me hablaban de una partida que usaron, y están los datos, de 500 millones y sólo destinaron 100 a pagarle a investigadores y 400 millones para viajes, hoteles, comidas. Dice un señor que es de estos investigadores que no se puede comer en fondas, porque no dan facturas […] y se compran una casa, por ejemplo, en Coyoacán”.
Pero hace dos años la relación era distinta.
OPINIÓN ACADÉMICA EN SANTA LUCÍA
“Hoy recibí del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, el documento ‘Opciones para solucionar la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México’”, tuiteó Javier Jiménez Espriú el 17 de octubre de 2018, cuando, en el periodo de transición, el Gobierno entrante se alistaba a consultar si se construía o no el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) de Texcoco, la obra más ambiciosa de Enrique Peña Nieto.
El Foro entregó a la SCT el estudio “Opciones para solucionar la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México” en octubre de 2018. Desde la introducción se presenta como un “resumen y análisis de los reportes existentes, hechos por diferentes grupos de expertos, que permita a la ciudadanía disponer de información necesaria para tomar una decisión”.
En el documento no se sugiere alguna opción, sino que sólo proporciona “información pertinente para que cada persona decida la que considere adecuada”.
Se abordaron las perspectivas generales, la viabilidad aeronáutica, el costo y financiamiento, el impacto ambiental, el consumo de agua, el drenaje y tipo de suelos, viabilidades y el impacto urbano y social.
De acuerdo con el periódico El Economista, tras la presentación del estudio, Jiménez Espriú —quien dijo que no había leído aún el estudio— lo calificó de gran interés ante la coyuntura de tomar una decisión en un tema tan complejo . “Destacó la importancia de que el análisis venga de un grupo serio, preparado y que no tiene una obligación política. ‘Esto tiene credibilidad en cuanto a imparcialidad (…) Es una posición más ecuménica de mucho valor’”.
SUPERVISIÓN DEL TREN MAYA
En lo que respecta al Tren Maya, de acuerdo con la solicitud de información 2116000011819, Fonatur informó del convenio que celebró con el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico. Esto fue el 10 de abril de 2019.
Rogelio Jiménez Pons, titular de Fonatur, y la doctora Julia Tagüeña Parga, coordinadora de la asociación civil entre 2019 y 2020, firmaron una colaboración para llevar a cabo actividades académicas, de capacitación, investigación, científicas, tecnológicas, sociales, económicas, culturales y “cualquier otra” relacionada al Tren Maya.
También establecieron organizar seminarios, cursos, actividades para divulgación, intercambio de publicaciones y “otras actividades que consideren de interés común”.
Sobre los gastos, el convenio señala que todos los eventos y actividades se realizarán si ambas partes cuentan con los recursos autorizados en sus respectivos presupuestos, pero todo lo que resulte podrán utilizarlo tanto el Foro Consultivo como Fonatur.
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