Gobierno del Estado y los dueños de Logistik apostaron a la figura del fideicomiso para esconder datos sobre compromisos, contratos y obras para la armadora de BMW. La nueva ley de transparencia obliga también a los fideicomisos, pero el velo torancista al toma y daca no cede.
Cuando el gobierno torancista decide hacer pasar de rositas los tufos pútridos o inconvenientes, por lo general logra un sorprendente nivel de eficiencia.
En caso que el disfraz aromático a las pestes no funcione, está el ocultamiento de información que debiera ser pública. Se niega y ya, hágale como quiera. Se reserva porque peligra la seguridad de no se sabe con certeza qué personaje, pariente, protegido,negocio o ganancia.
Esta gracia alcanza calificaciones magistrales cuando se corona la obra con una sepultura adelantada a cualquier esperanza de conocer la verdad al término de la saliente administración, pues se garantiza que la siguiente participará del encubrimiento a la trácala con ovina sumisión.
Es obvio: no será el gobernador electo, firmante de los compromisos con BMW, quien cumpla con la obligación constitucional de publicar el convenio y sobre todo la asigna-
ción de obras para preparar los terrenos donde estará la armadora, alrededor de 500 hectáreas porque pidió 300 para la planta y 200 más para fines relativos y proyectos de ampliación.
La cláusula Décima Tercera del Fideicomiso creado para administrar el proyecto, establece que el Estado y el Fideicomiso seleccionarán las empresas que ejecutarán las obras necesarias. Por las dimensiones de la ensambladora, el solo movimiento de tierras da para contratos muy buenos.
En términos concretos, no hay ni habrá licitaciones de obra alguna para la empresa alemana. Desde la firma de compromisos pretextaron que la reserva tiene razones de secreto industrial, una patraña insostenible cuando de lo que se trata es que ventilen cómo se asignan las obras, a quién, el monto y porqué, no la tecnología de la empresa ni sus planos industriales.
Al puro estilo “uno para ti, dos para mí”, fideicomiso y funcionarios de Gobierno del Estado se repartirán el derecho de asignar a dedo las obras que se pagarán con el aumento de medio punto porcentual al impuesto a la nómina. Y para mayor redondeo, serán funcionarios de Gobierno y los dueños del parque industrial Logistik quienes designarán a los afortunados proveedores y contratistas, puesto que Fernando Pablo Villarreal Ballesteros y Carlos Gutiérrez Andreassen son apoderados del Fideicomiso de Actividades Empresariales F/00894 y del fiduciario CI Banco.
La cláusula le agrega que la selección de proveedores y contratistas se hará “bajo criterios de selección establecidos de manera conjunta”, pero el fideicomiso no es capaz de precisar de qué tipo son esos criterios. No se sabe entonces si quienes han sido y serán seleccionados para realizar contratos millonarios de obra o proveeduría lo sean por cualificaciones técnicas inimaginables, por barateros o por su charmé, buen gusto y encanto personal.
El 2 de julio, los gestores del portal de transparencia Proyecto Tábano solicitaron al gobernador del Estado, en su carácter de presidente del Comité Técnico del Fideicomiso Público del Fondo de Fomento Económico del Estado de San Luis Potosí, copias simples de los documentos generados por la licitación de las obras de preparación, levantamiento y nivelación de las 300 hectáreas sobre las que se instalará la planta de BMW, desde la convocatoria hasta el fallo de la misma; copias de los contratos de obra y de las actas del Comité Técnico del Fideicomiso Público del Fondo de Fomento Económico del Estado de San Luis Potosí en las que aparezcan los acuerdos relacionados con la preparación, levantamiento y nivelación de tierras.
Ya antes, el 21 de abril pasado, hicieron la misma petición al titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, Fernando Macías Morales. El 4 de mayo siguiente la Sedeco solicitó prórroga, sólo para contestar el 20 de mayo que esa dependencia “no realiza licitaciones ni celebra contratos de obra”, como si no supiera ni de qué le estaban hablando porque “hay un fideicomiso” encargado. Macías Morales alega que él no sabe nada de nada, lo que es una mentira descargable con grúa.
Los solicitantes se fueron a recurso, pues el secretario Macías aparece en documentos como contacto para la operación del fideicomiso y del proyecto y es inverosímil que no tenga la información solicitada. La seguirá negando, de seguro. Prefieren una multa de 30 mil pesos a exponer el reparto de contratos. Se escudarán cuanto puedan en el fideicomiso del “uno para ti y dos para mí”.
En la nueva Ley de Transparencia que presume el gobierno peñista, los fideicomisos entran como sujetos obligados, pero los transitorios dictan que la queja ante el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de datos (el INAI) se puede interponer hasta que cumpla un año la vigencia de la ley. Para cuando esto ocurra, el
Proyecto Tábano analiza interponer recurso en contra de la fiduciaria, porque el artículo 25 de la nueva ley señala que “los fideicomisos y fondos públicos, considerados entidades paraestatales deberán dar cumplimiento a las obligaciones establecidas en las leyes a que se refiere el artículo anterior por sí mismos, a través de sus propias áreas, unidades de transparencia y comités de transparencia. En el caso de los fideicomisos y fondos públicos que no cuenten con estructura orgánica y, por lo tanto, no sean considerados una entidad paraestatal, así como de los mandatos públicos y demás contratos análogos, cumplirán con las obligaciones de esta Ley a través de la unidad administrativa responsable de coordinar su operación”.
Tabano señala que si el Fideicomiso tiene un Comité Técnico, es éste el que debe proporcionar la información, “por lo que ni Toranzo ni el secretario de Desarrollo económico pueden negarse a proporcionarla”.
Con todo y que hayan optado por la figura del fideicomiso, la nueva norma no los deja fuera de la obligación de transparencia, según el artículo 117: “Los sujetos obligados que se constituyan como fideicomitentes, fideicomisarios o fiduciarios en fideicomisos que involucren recursos públicos, no podrán clasificar, por ese solo supuesto, la información relativa al ejercicio de éstos, como secreto bancario o fiduciario, sin perjuicio de las demás causales de clasificación que prevé la presente Ley”.
El Artículo 77 de la nueva ley marca que “los fideicomisos, fondos públicos, mandatos o cualquier contrato análogo, deberán poner a disposición del público y mantener actualizada y accesible, en lo que resulte aplicable a cada contrato, la siguiente información: …[párrafo último]…
Los contratos de obras, adquisiciones y servicios que involucren recursos públicos del fideicomiso, así como los honorarios derivados de los servicios y operaciones que realice la institución de crédito o la fiduciaria”.
Habrá que esperar con qué pretexto sonso sale el gobernador para negar un solo dato de los emoresarios favorecidos.
Rollos Sueltos
1.- HUÉSPED PESADO.
Hace unos años, el penal de La Pila tenía entre sus huéspedes a un personaje con mando en el crimen organizado. El tipo era muy peligroso y se temía que escapara. La SSPE solicitó a la entonces Secretaría de Seguridad federal que enviara una revisión; la dependencia, que entonces se encargaba de los penales, mandó a personal especializado.
2.- NADA DE TOPOS.
Entre las cues-
tiones que los enviados de la SSP analizaron entonces, estuvo la posibilidad de que hubiera excavaciones bajo el centro penitenciario, lo que se descartó con aparatos de ecografía y otros. Resulta entonces que el gobierno federal sí tiene la tecnología adecuada para detectar a quien construya un túnel bajo una penitenciaría, pero en el caso del Chapo en El Altiplano, nadie quiso usarla.
3.- NO HACE GRACIA.
Entre la gente de blanco de los servicios de Salud, la versión de que será una funcionaria del IMSS, nacida en la Huasteca, la sucesora de Ávalos Carbajal. La dama cobró fama porque acostumbra gastos exagerados para inaugurar cliniquitas de Oportunidades. Los proveedores “ganan concursos” y desaparecen al poco tiempo y del sobreprecio no se salvan ni los botellines de agua.
4.- ¿TAN PRONTO?
Que al electo ya le dan ataques de importancia. O por lo menos de pérdida auditiva, por aquello de que “ya no oye a nadie”.
Pasa siempre.