El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) afirmó que durante los primeros años del Gobierno de Enrique Peña Nieto el número de pobres se incrementó al pasar de 53.3 a 55.3 millones de pobres. De éstos, 11.4 millones de personas están en situación de extrema pobreza y es a quienes se han enfocado la mayoría de los programas sociales.
Sin embargo, la estrategia insigne para el combate a la pobreza del Gobierno federal, la Cruzada Nacional contra el Hambre (CNH), sólo atendió a 7 millones de personas en condiciones de pobreza extrema alimentaria que habita en poco más de mil municipios.
La Cruzada contra el Hambre es uno de los proyectos más importantes de la administración de Enrique Peña Nieto, y en el que más esfuerzos han puesto la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y su titular Rosario Robles Berlanga para llevarla al éxito.
Sin embargo, las cifras indican que no dado los resultados esperados, pues la pobreza extrema alimentaria se redujo 0.6 por ciento y la reducción en el acceso a la alimentación no ha tenido ningún cambio significativo.
Oficialmente, la Cruzada inició en enero de 2013 con la publicación en el Diario Oficial de la Federación del Decreto por el que se establece el Sistema Nacional para la CNH. En abril de 2014 se publicó el Programa Nacional México sin Hambre 2014-2018, el cual constituye el instrumento de planeación oficial de la estrategia.
“El propósito de la Cruzada, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), es que 7.015 millones de personas superen su condición de pobreza extrema y carencia por acceso a la alimentación. Es decir, la Cruzada tiene como población objetivo sólo a un subconjunto de la población en pobreza extrema”, dice el informe.
A dos años de iniciado, el programa ha logrado aumentar la cifra de personas con acceso a la salud y servicios básicos en sus viviendas, pero en el caso del acceso a la alimentación –el punto neurálgico de la CNH– la reducción ha sido de cero puntos porcentuales, de acuerdo con la información elaborada por el Coneval.
El decreto presidencial que impulsó la implementación de la Cruzada marcó como principales objetivos la eliminación de la desnutrición infantil aguda, aumentar la producción de alimentos y la inclusión de campesinos y pequeños productores, minimizar el desperdicio de los alimentos, y fomentar la participación comunitaria.
Tras su implementación, diversas organizaciones sociales se dijeron preocupadas por la selección de población por parte de la Sedesol. México Evalúa señaló que debía explicarse la razón de elegir a 400 municipios, en los que sólo habita la cuarta parte de los pobres extremos.
Por su parte, el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Raúl Benítez, afirmó a finales de julio que México se ha convertido en un “ejemplo global” por haber tomado la firme decisión de erradicar el hambre mediante una política de Estado.
“Con la Cruzada, México se ha profundizado en su lucha contra el hambre y unido las fuerzas en toda la sociedad a favor de los más vulnerables”, dijo. Sin embargo, dentro de los más vulnerables, el programa del Gobierno federal descarta a más de cuatro millones de personas en extrema pobreza.
LOS DESCARTADOS
El universo de estudio de Coneval sobre la Cruzada contra el Hambre se limitó a 207 mil 578 hogares ubicados en 400 municipios de la primera etapa del programa. Todos los hogares participantes contaban con al menos un integrante beneficiario de algún programa de registrado en el Sistema de Focalización de Desarrollo (SIFODE) y recibieron beneficios entre enero de 2013 y junio 2014; además tenían al menos una persona en pobreza extrema de alimentación y un identificador único que permitió dar seguimiento a los mismos de manera longitudinal.
De acuerdo con bases de datos, 378 mil 539 registros de hogares fueron intervenidos durante 2013 y primer semestre de 2014 por alguno de los 33 programas registrados en el SIFODE; sin embargo 170 mil 961 fueron descartados porque no tenían información suficiente.
Es decir que en realidad el levantamiento final fue de 7 mil 616 hogares pues no se tomaron en cuenta 22.7 por ciento de los hogares porque no contaba con nombre de vialidad, 10.1 por ciento no contaba con nombre de asentamiento (colonia), 6.6 por ciento no contaba con código postal y 6.5 por ciento no tenía descripción de la ubicación.
Con base a ese registro se observó que los indicadores de carencia sociales fueron menores en 2015 respecto a la situación de beneficiarios en 2013-2014 y destacaron disminuciones en carencia por acceso a los servicios de salud y por acceso a la alimentación, debido a que el primero paso de 32.9 entre 2013 y 2014 a 9.2 den 2015, mientras la carencia por acceso a la alimentación pasó de cien a 42.5 por ciento en este grupo de personas.
Los datos recabados revelaron que el programa con mayor participación fue el Seguro Popular, 46.5 por ciento de la población objetivo de este estudio era beneficiaria del programa. Le sigue Prospera (24.5 por ciento), Programa de Apoyo Alimentario (10.8) y Programa de Abasto Social de Leche LICONSA (9.5). El resto de los programas benefició a 11.2 por ciento de la población.
Del informe también se desprende una reducción en el presupuesto destinado a “Comedores y Huertas” de 2.77 por ciento de 2013 a 2014 (fechas de la primera y segunda etapas). Pasó lo contrario con el segmento “Agua y Saneamiento” que aumentó su presupuesto 6.50 por ciento, “Vivienda” con un incremento de 2.23 por ciento en el mismo periodo.
El presupuesto total del programa asciende a los 120 mil 369 millones de pesos.
Fuente: Sin Embargo