Cassiana Tavares, madre de tres hijos y de 46 años, fue asesinada por su esposo, Rodrigo, quien le hizo ingerir café mezclado con sosa cáustica. El crimen ha conmocionado a Brasil, no solo por la crueldad con la que se ejecutó, sino porque la víctima había advertido con antelación el peligro que representaba su pareja.
En un mensaje que ahora hiela la sangre de sus familiares, Cassiana escribió: “Algún día, mi esposo me matará”. Lamentablemente, esa advertencia se cumplió. No solo fue envenenada, sino que el agresor grabó su agonía y envió el video a los familiares de la víctima.
De acuerdo con medios locales como El Tiempo, la mujer ya había denunciado violencia intrafamiliar en su hogar. En una ocasión anterior, incluso envió un video a su hermana en el que aparecía Rodrigo amenazándola con un cuchillo. La pareja mantenía una relación marcada por el abuso desde hacía al menos un año, con antecedentes de episodios violentos que la llevaron varias veces a refugiarse con su familia.

Tras ingerir la mezcla letal, Cassiana fue atendida por personal del Servicio de Atención Móvil de Urgencia (SAMU), sin embargo, las quemaduras internas causadas por la sustancia corrosiva eran tan graves que fue imposible salvarle la vida. Las lesiones se extendían desde la lengua hasta el esófago.
El caso ha desatado indignación en Brasil. Familiares y colectivos feministas exigen justicia y denuncian que las señales de alarma fueron ignoradas. Una vez más, un feminicidio que pudo evitarse termina con una vida arrebatada por la violencia de género.