Por: Eduardo Delgado Torres.
En una de sus tres acepciones, la Real Academia Española define la palabra acuñar: Dar forma a expresiones o conceptos, especialmente cuando logran difusión o permanencia. Acuñar una palabra, un lema, una máxima.
Con “gallardía”, la Dirección de Comunicación Social de Gobierno del Estado, por “lineamientos impuestos” o no impuestos, emitió este sábado un boletín de prensa en que se utiliza la frase “la herencia maldita”.
Luego de rendir protesta como gobernador, José Ricardo Gallardo Cardona, dio un mensaje político en el que la utilizó y días después la replicó en su cuenta de Facebook al reportar fallas en el helicóptero de Gobierno del Estado en el que se trasladaba.
Esa frase suena igual a la utilizada por un colega cuando al cuestionar hace tiempo: ¿A la Procuraduría no le temblará la mano…? (Ello para no dejar impunes los ilícitos).
“Más de 200 vehículos guardados en Salud, se entregarán a municipios y a policía estatal”, tituló el comunicado divulgado por la coordinación a cargo del ex alcalde interino de Soledad de Graciano Sánchez, Gerardo Zapata Rosales.
“La herencia maldita de anteriores gobiernos”, se lee en el subtítulo del boletín, lo cual la hace extensiva –cuando menos- a la del antecesor de Juan Manuel Carreras López, Fernando Toranzo Fernández, en la que el ahora “gallardista”, Cándido Ochoa Rojas fungió como vicegobernador.
Como agravante, prosigue el subtítulo, “mantenían 120 camionetas y 87 ambulancias en desuso, mientras que miles de potosinos enfermos o accidentados fallecieron por falta de ambulancias en sus localidades”. Indudable.
Gracias a un recorrido realizado por las jurisdicciones sanitarias en la entidad, el Secretario de Salud, Daniel Acosta Díaz de León y sus colaboradores, “detectaron un agravio más de la herencia maldita a las y los potosinos”, dice el boletín en su tercer párrafo.
Será sano y un acto de justicia que “la herencia maldita” no quede impune y solo acuñada en una frase. Debe sancionarse con cárcel, a los responsables de los decesos de las y los potosinos fallecidos por la indolencia de “anteriores gobiernos”.
Una de las responsables sería la ex Secretaria de Salud, Mónica Liliana Rangel Martínez, una de las primeras ex candidatas y ex candidatos a la gubernatura en reconocer el triunfo de Gallardo Cardona. Lo cual no le resta responsabilidad al ex mandatario.
Quizá, solo se trata de un “golpe” a la otrora candidata de Morena, luego de que precisamente antier se cumplió un mes de que publicitó su encuentro con Mario Delgado Carrillo, líder nacional de ese instituto político, para tratar de perfilarse como relevo de Sergio Serrano en la directiva estatal.
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