La inspiradora travesía de Fernando: del cáncer a las cimas del mundo

Fernando, un joven que a los 13 años fue diagnosticado con osteosarcoma en el fémur izquierdo, ha demostrado que los desafíos pueden superarse. Tras un año de tratamientos y quimioterapias, tuvo que enfrentarse a la difícil decisión de amputarse la pierna. “Fue un momento muy duro, pero el apoyo de mis seres queridos me ayudó a aceptar lo que estaba pasando”, comparte Fernando, quien ahora tiene 19 años y es un sobreviviente de cáncer.

A pesar de la adversidad, Fernando decidió no dejarse vencer. Gracias a la incondicionalidad de su familia y organizaciones como Cimas por la Esperanza, ha realizado ascensos a varias montañas alrededor del mundo. Uno de los más memorables fue la montaña Huayna Potosí en Bolivia, que se eleva a seis mil 088 metros de altura. “Sigo aquí, y hay vida después del cáncer. Hay que aprovecharla al máximo”, comenta con determinación.

En una entrevista con Mónica Noguera para Imagen Televisión, Fernando explica cómo comenzó su camino hacia el montañismo. La idea surgió de una invitación de un amigo de la fundación, quien le presentó el proyecto. Desde el primer momento, se sintió inspirado por otros jóvenes que superaron sus propias batallas. “Bolivia fue mi primer viaje internacional, y el ascenso fue increíble. Las vistas eran impresionantes, pero también hubo muchos desafíos”, recuerda.

El proceso de entrenamiento fue intenso. Cada participante se preparó de manera independiente, ya sea en gimnasios o con ejercicios específicos. Pero el verdadero desafío llegó en Bolivia, donde el ascenso duró tres días. “Hubo momentos de duda, de cansancio y dolor, pero la compañía de mis compañeros fue crucial. Ellos se convirtieron en mi refuerzo, mi otra pierna”, explica.

Fernando menciona que, aunque hubo momentos en que pensó en rendirse, el apoyo de su grupo le dio la fuerza necesaria para seguir adelante. “Siempre estaban ahí, motivándome, y eso marcó la diferencia”, afirma.

Al final de la entrevista, Fernando comparte un mensaje esperanzador para quienes enfrentan el cáncer: “El cáncer es difícil, pero siempre hay vida después. Con apoyo y determinación, se pueden lograr cosas inimaginables. No se rindan; siempre hay algo por lo que luchar”. Su historia es un poderoso recordatorio de que, con coraje y apoyo, es posible superar cualquier obstáculo y alcanzar nuevas alturas, tanto en las montañas como en la vida.

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