Por Chencha
LA LARGA RUTA AL 24
El destino de los candidatos políticos depende de un factor crucial: la compañía que tengan. Las personas de las que decidan rodearse marcarán su trayectoria de forma profunda y transformadora. El potencial de una campaña va mucho más allá de la victoria: reside en la fuerza y la sabiduría del equipo que se forma.
Claudia Sheinbaum, por ejemplo, navega ahora por sus primeras aguas turbulentas. Sus decisiones en esta coyuntura crítica pueden unir o dividir su campaña. El caso de la capital del país se ha convertido en un elemento divisorio, pues Clara Brugada y Omar García Harfuch encarnan perspectivas contrastantes sobre la política, la gobernabilidad e incluso la esencia misma de su partido.
Omar García Harfuch, como ex jefe de Seguridad de la CDMX, se encuentra bajo escrutinio, particularmente por su participación en el caso Ayotzinapa y sus antecedentes militares. A esta presión contribuyen los críticos más acérrimos dentro de la fracción dura de Morena, combinados con los simpatizantes de Clara Brugada. Para que Omar se alinee con la visión de Claudia Sheinbaum, enfrenta una ardua batalla para defender, convencer y sumar apoyos a su candidatura.
De hecho, muchos ya se visualizan en el equipo de campaña de Sheinbaum y, potencialmente, en su futuro gabinete. Los retos que se avecinan exigen un gobierno con cualidades distintas al de López Obrador. Es esencial contemplar si persistirán en la búsqueda equivocada de una proporción inquebrantable de 90% de lealtad y 10% de capacidad, como si la lealtad y la capacidad fueran mutuamente excluyentes.
Los candidatos deben rodearse de personas que ofrezcan perspectivas sinceras y asesoramiento honesto, en lugar de aquellas movidas por el deseo de reconocimiento personal dentro de los círculos de la campaña y el gobierno. Las ramificaciones de tales elecciones afectan directamente a los propios candidatos.
La historia del Presidente está repleta de nombramientos que no cumplieron las expectativas, a menudo debido a su falta de experiencia y competencia en las funciones designadas. Una evaluación aleccionadora del sexenio pondrá de relieve el desarrollo de un proyecto dirigido por funcionarios reacios a expresar opiniones divergentes al Presidente.
A pesar de que en los últimos años se ha producido una depreciación de la formación académica, sigue habiendo en el país numerosas personas capacitadas y cualificadas. Invertir en educación universitaria equivale a nutrir a la próxima generación en todas las facetas de la política. Identificar y fomentar ese talento es imperativo, ya que están mejor equipados para comprender las complejidades de nuestra era actual.
Claudia Sheinbaum, distinguida académica ella misma, está en una posición única para abordar esta situación. Posee un profundo conocimiento del panorama de las instituciones de enseñanza superior, una perspectiva que sigue siendo inestimable a pesar de los persistentes intentos de socavar o marginar el mundo académico. La formación académica sigue siendo una vía viable para instigar la transformación social.
Del mismo modo, Xóchitl debe extender su alcance más allá de las inevitables negociaciones con los partidos políticos que la apoyan. El ambiente en Hidalgo está cada vez más poblado por figuras que, en algunos casos, representan un pasado que no puede ser revisado.
Aunque no cabe duda de que hay figuras influyentes dentro de los partidos políticos, también las hay cuya participación en el pasado en las políticas económicas y sociales arrojó resultados subóptimos y perpetuó nuestras desafiantes realidades actuales.
El vencedor final se enfrentará a retos formidables, que requerirán rasgos como capacidad, inteligencia, receptividad a diversas perspectivas y comprensión de la evolución de los tiempos, incluso de los asuntos que aún no se vislumbran en el horizonte.
Al final, la composición de sus equipos puede muy bien definir el destino de los candidatos, dirigiéndolos hacia el éxito o la oscuridad. En San Luis Potosí, los principales tiradores a posiciones públicas adolecen hoy de equipos verdaderamente equilibrados, hay unos que dan resultados como el del Gobernador, pero tienen encapsulado a su líder y pocas veces le muestran la realidad absoluta, la cosquilla por el avance personal rumbo a las posiciones que se juegan en el 24 y evidentemente la sucesión del 27 ha hecho ya velar armas. En el caso de Galindo, su equipo esencial no es político, sino operativo, su tesorero y secretario de seguridad así como comunicación social tienen el estilo forjado por el propio actual alcalde en sus tiempos frente a la policía federal, en interapas reculutaron expertos y dejaron la grilla en sus manos, las demás posiciones han tenido que someterse a una dinámica específica que genera condiciones de estabilidad. Los demás suspirantes hoy no tienen ni pies ni cabeza aún, y aunque hay tiempo necesitan dar un golpe de calidad en sus proyecciones, reciclar viejos métodos y querer resucitar al Zacatepéc en la primera división parece un inminente suicidio.
