La madre del asesino de El Paso alertó a la policía que tenía un arma. Es legal, le respondieron

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La madrede Patrick Crusius, el presunto responsable del tiroteo en el que fueron asesinadas 22 personas el sábado en El Paso –8 de ellas mexicanas– contactó a la policía semanas antes del suceso, preocupada por el arma que tenía su hijo.

La mujer contactó a la Policía de Allen, municipio de Texas en el que reside la familia, intranquila por el hecho de que Crusius poseyera una arma dada su juventud, inmadurez y falta de experiencia, según relataron este jueves a la CNN los abogados Chris Ayres y R. Jack Ayres.

Los abogados precisaron que la naturaleza de la llamada fue meramente “informativa”, dado que la mujer no creía que su hijo supusiera una amenaza. “No era un chico inestable, colérico o de comportamiento errático. No es como si sonaran las alarmas”, dijo Chris Ayres.

Un grupo de personas participa en una vigilia por tres mexicano asesinados en una balacera en un centro comercial en El Paso, Texas, en Ciudad Juárez, México, el 3 de agosto de 2019. Foto: Christian Chavez, AP

Durante la llamada, la madre de Crusius habló con un agente de seguridad ciudadana, quien le explicó que su hijo, de 21 años, podía poseer legalmente un arma. Según los abogados, la mujer no proporcionó ni su nombre ni el de su hijo al agente, que tampoco le pidió más detalles.

Crusius abrió fuego el pasado sábado por la mañana en un almacén Walmart de la ciudad fronteriza de El Paso, asesinando a 22 personas -ocho de nacionalidad mexicana- e hiriendo a una veintena más. Las autoridades dan por hecho que antes del tiroteo, Crusius publicó un manifiesto en internet en el que se hacía eco del discurso contra la migración del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y alertaba de una “invasión hispana en Texas”.

El Paso tiene más de un 80 por ciento de población hispana y hace frontera con Ciudad Juárez. Crusius fue detenido por las autoridades y está en prisión sin fianza a la espera de juicio. Los fiscales ya han anunciado que pedirán pena de muerte para el acusado.

Agentes de varias corporaciones se presentan en el lugar donde se registró un tiroteo en un centro comercial de El Paso, Texas, el sábado 3 de agosto de 2019. Foto: Rudy Gutierrez, AP

Trump, quien este miércoles estuvo en El Paso entre protestas, aseguró que el manifiesto de Crusius está “repleto de odio racista” e hizo un llamamiento a “condenar el racismo, el fanatismo y el supremacismo blanco”.

En esta foto de archivo del 6 de agosto de 2019, un hombre coloca un cartel de “El Paso Strong” (Fuerza El Paso) en un monumento improvisado a las víctimas de la masacre de El Paso, Texas. Foto: John Locher, File, AP

¿ENFERMOS MENTALES? NO

No es fácil definir al autor de un tiroteo masivo. En lo que va de año ha habido 253 en Estados Unidos, si llamamos tiroteo masivo a cuando al menos cuatro personas reciben una herida de bala en un mismo incidente. Si especificamos un poco más y miramos los casos en los que han muerto tres o más personas, ha habido siete. Detrás de cada uno de estos crímenes hay una historia diferente de la persona que decidió disparar y, aunque no existe un perfil perfectamente definido, sí que hay algunas características mayoritarias.

CASI SIEMPRE SON HOMBRES

En esto hay poca duda: el tiroteo masivo es cosa de hombres. En los últimos diez años ha habido 66 incidentes de este tipo y en sólo tres de ellos ha participado una mujer, menos del 5 por ciento. Las mujeres tienen también menos armas: el 40 por ciento de los varones estadounidenses posee una en comparación a sólo el 22 por ciento de las mujeres. Y también van menos a la cárcel, representan apenas un 7 por ciento de la población reclusa en el país.

NO SON DESEQUILIBRADOS

Muchas veces se asocia a los autores de asesinatos masivos con enfermedad mentales, probablemente porque es difícil de comprender por qué alguien comete un crimen de este tipo, pero no es siempre así. El FBI dice que apenas uno de cada cuatro tiradores tenía una enfermedad mental diagnosticada previamente y los estudios psiquiátricos muestran que, al menos en la mitad de las matanzas, no han encontrado signos de una enfermedad mental anteriormente. Otras investigaciones más generales dicen que apenas un 3 por ciento del crimen violento está relacionado con las enfermedades mentales, así que hay que superar ese estigma.

Unas flores y una imagen de la Virgen de Guadalupe adornan un monumento conmemorativo improvisado en honor de las víctimas de un tiroteo en un centro comercial en El Paso, Texas, el domingo 4 de agosto de 2019. El letrero dice: “El Paso es una familia. Permanecemos unidos”. Foto: Andrés Leighton, AP

Lo que sí ofrece este argumento de que los autores de grandes tiroteos “están locos” es una buena excusa a los políticos que no quieren abordar el problema de las armas en Estados Unidos. Cuando Trump dice tras los últimos atentados que el problema “es la enfermedad mental y el odio” y no el arma, lo que hace es abundar en la teoría de que la libre venta de armas no tiene nada que ver con las enormes cifras de violencia en el país. Eso es difícil de defender con los datos en la mano.

COMPRARON ARMAS LEGALES

Si miramos de nuevo a los tiroteos masivos de la última década, nueve de cada diez asesinos obtuvo el arma con la que cometió la matanza de modo perfectamente legal: la inmensa mayoría la compró en un tienda o en internet. Aunque las restricciones a la venta de armas son muy limitadas en Estados Unidos, sí que se han hecho ciertos esfuerzos por excluir a las personas con condenas por crímenes violentos y algunos estados han ido más allá.

Todavía quedan algunos casos bastante sangrantes, como los de la famosa “Lista de no volar”. Este es un grupo de unas 16 mil personas a las que el FBI ha prohibido subir a un avión en Estados Unidos porque tienen supuestos vínculos con organizaciones terroristas, aunque no han sido condenados por un tribunal. Estas personas no pueden volar, pero sí que pueden comprar armas y municiones.

Al menos 20 personas murieron, luego que un sujeto les disparara al interior de un centro comercial de El Paso, Texas. Foto: AP

POR VENGANZA

La idea de que alguien se levanta una mañana muy enfadado, coge un arma y sale a la calle a matar es bastante incorrecta. Según el FBI, casi todos los autores de tiroteos masivos planificaron muy cuidadosamente sus ataques, algunos durante períodos superiores a dos años. En al menos el 42 por ciento de los casos, se pusieron a disparar en su centro de trabajo o de estudios, y la mayoría había declarado que tenía algún tipo de necesidad de venganza o que había sido mal tratado.

VIOLENCIA MACHISTA

Según un estudio publicado el año pasado, la mayoría de los grandes tiroteos son también crímenes de violencia machista. El 57 por ciento de los autores incluyeron entre sus víctimas a su pareja, su ex pareja o algún otro miembro de la familia. Además, el 16 por ciento había sido acusado formalmente en un tribunal por lo que en Estados Unidos se conoce como violencia doméstica. En algunos estados, es legal que posea un arma una persona condenada o que tiene una orden de alejamiento de su ex pareja.

Sin Embargo

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