Los indígenas mexicanos, el sector de la población con mayor rezago social en el país, emigran desde diferentes estados a la Ciudad de México, luego de que Estados Unidos endureciera su política migratoria.
El Gobierno de la Ciudad de México, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la cuarta urbe más poblada del mundo, por lo que se observa un aumento en la migración de indígenas que dejan sus comunidades por pobreza o inseguridad.
La Secretaria de Desarrollo Rural y Equidad (Sederec) del Gobierno del Distrito Federal, Rosa Icela Rodríguez, dijo a Xinhua que este incremento se debe a que ahora es más difícil que los mexicanos crucen la frontera hacia Estados Unidos y a que indígenas deportados de ese país deciden asentarse en la ciudad.
Los indígenas que aumentaron su migración hacia la Ciudad de México pertenecen en su mayoría a pueblos zapotecas, mixtecas y triquis originarios de los estados sureños de Chiapas, Oaxaca, y Guerrero, donde hay una mayor concentración de población indígena y de pobreza.
El 76 por ciento de la población de Chiapas vive en la pobreza, mientras que en Oaxaca el 67 por ciento y en Guerrero el 65 por ciento, por lo que son catalogados como los tres estados más pobres del país, según estadísticas de Coneval, el instituto federal que evalúa las políticas de desarrollo social en México.
Los tres estados se caracterizan desde la década de los 80 por ser entidades expulsoras de migrantes hacia ciudades de Estados Unidos, según cifras del Gobierno federal.
“Cada vez es más difícil la migración hacia la frontera norte”, señalóRodríguez.
El gobierno capitalino calcula que unos 500 mil indígenas se encuentran entre los 8.8 millones de habitantes de la Ciudad de México.
En 2010, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, una institución federal, contabilizó 300 mil indígenas en la capital del país.
La titular de la Sederec explicó que es difícil tener una cifra precisa del número de indígenas que han migrado a la capital, ya que se trata de una población flotante que después de un tiempo de trabajar se mueve al vecino estado de México o regresa a sus comunidades.
Estados Unidos repatrió a través del Aeropuerto de la Ciudad de México a 13 mil mexicanos en 2014 y a 6 mil 500 en el primer semestre de 2015, entre los cuales se encontraban indígenas que se quedaron a buscar empleo en la capital, precisó la funcionaria.
“Cada semana llega un avión de personas deportadas, muchas son de pueblos originarios y muchas se quedan en el Distrito Federal, efectivamente suben las cifras de migración”, añadió Rodríguez.
MIGRACION POR SEGURIDAD
La migración de indígenas a la ciudad también se ha incrementado por la inseguridad que enfrentan en zonas serranas del país ,donde narcotraficantes cultivan drogas, dijo Rodríguez.
Además de zapotecas, mixtecas y triquis, las autoridades de la ciudad observan una migración de indígenas pertenecientes a los pueblos mazahua y otomí, ambos originarios de los estados de México y de Michoacán, éste último localizado en el oeste del país.
En la Ciudad de México, indicó la funcionaria, los indígenas se emplean en el mismo tipo de trabajo que desempeñaron en Estados Unidos, cocineros, meseros, constructores, cargadores o comerciantes.
Los migrantes tienen edades que van desde los 16 hasta los 50 años y, en el caso de los jóvenes, enfrentan escasas posibilidades de acceder a educación universitaria.
“Sí, crece la migración de los estados del sur hacia la Ciudad de México y, sí, crece la parte que contempla la población de indígenas que vienen de otras partes del país debido a la inseguridad en zonas donde crecen sembradíos y hay tema de narcotráfico”, puntualizó.
OCULTAN SUS RAICES POR DISCRIMINACION
Si en sus comunidades enfrentan pobreza, los indígenas que trabajan en la Ciudad de México sufren una discriminación sistemática que los orilla a ocultar sus raíces.
A pesar de las estimaciones de que la migración de indígenas va en aumento, las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) apuntan que desde el año 2000 el número de personas hablantes de lenguas indígenas en la ciudad se redujo de 142 mil a 123 mil.
Tras descartar que existen menos indígenas que hablen su lengua materna, la encargada de la Sederec explicó que ocultan el dato cuando son encuestados y censados por las autoridades.
“Muchos indígenas sí saben hablar una lengua distinta al español, pero no dicen que son bilingües por temor a la discriminación”, dijo Rodríguez, quien es originaria de una comunidad indígena que habla la lengua náhuatl.
La presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred), Jacqueline L’Hoist, dijo a Xinhua que los indígenas son las personas que sufren una mayor discriminación en la capital.
“Por lo que más los discriminan es por la forma de hablar, porque los identifican como indígenas, se burlan de ellos, que no saben pronunciar bien, que dicen mal las palabras”, agregó la funcionaria.
Fuente: Sin Embargo.