Dar atractivo al Partido Revolucionario Institucional (PRI) para que tenga buenos resultados electorales el próximo año, y que se enfile así rumbo a los comicios presidenciales de 2018, será el principal reto de Manlio Fabio Beltrones como nuevo dirigente del tricolor, consideran analistas.
Si bien el 7 de junio obtuvo triunfos importantes en estados como Sonora, Guerrero y Colima, y conservó la mayoría en la Cámara de Diputados de la mano del Partido Verde, el PRI no pasa por su mejor momento y ha perdido simpatizantes, dice el periodista y académico Mario Campos.
Por ello, Beltrones —priista de larga trayectoria y quien formalmente asumirá la dirigencia tricolor este jueves— necesita buscar una fórmula para revitalizar al partido y hacer que gane votos entre los jóvenes.
“Difícilmente hay una imagen de modernidad del PRI que pueda atraer a un electorado más joven”, comenta Campos.
“Hoy no veo cómo el PRI pueda tener una opción atractiva para ese segmento… pero demográficamente, si el PRI quiere ser competitivo para el 2018, tiene que intentarlo por lo menos”, agrega el también profesor de la Universidad Iberoamericana.
Otro reto para el priismo encabezado por Beltrones, según los analistas consultados, será lidiar con el hartazgo de algunos ciudadanos hacia los partidos tradicionales, y enfrentar la competencia de los candidatos independientes en las elecciones de 2016, cuando se renovará la gubernatura de 12 estados.
En la elección del 7 de junio, el PRI sufrió su derrota más dolorosa en Nuevo León, con la victoria del independiente Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco.
“En este 2015 al PRI no le fue muy bien. Ganó porque a los otros igual les fue mal, pero no le fue muy bien. Entonces, necesita en 2016 demostrar que las cosas son diferentes con él (Beltrones)”, dice el analista político Macario Schettino.
El PRI ha perdido impulso en las últimas tres ediciones de elecciones intermedias.
En la 61 Legislatura, al contar los votos que obtuvo por sí solo, sumó 242 diputados, en la 62 un total de 214, y en la 63, aunque tendrá mayoría con su aliado el Verde, continuó a la baja al sumar 203.
Gustavo López Montiel, académico del Tecnológico de Monterrey, apunta que Beltrones tendrá que trabajar en la “recuperación” de la imagen del PRI, y también en la del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, cuya aprobación pasa por su peor momento.
Si logra entregar buenas cuentas, Beltrones obtendrá una llave que le permitirá abrirse paso como un posible candidato presidencial en 2018, dice el columnista Julio Hernández.
Beltrones, en entrevistas con El Universal y Milenio, ha dicho que su principal objetivo como presidente del PRI no es ganar elecciones, sino lograr que las reformas de Peña Nieto den resultados, impulsándolas “hasta sus últimas consecuencias”.
Sin embargo, estableció una meta para 2016: que el PRI “mínimamente” gane la elección en los nueve estados donde ya gobierna, de los 12 donde hay elecciones.
¿Cuál será su impacto en el PRI?
El exgobernador de Sonora es un operador político confiable para el priismo, que en su “hoja de servicios” tiene buenos resultados, tanto en el proceso para concretar reformas como para impulsar triunfos electorales, dice Hernández.
De ahí que el PRI le haya abierto la puerta a Beltrones, también con la expectativa de que impulse al gobierno de Peña Nieto, el cual, agrega Hernández, tiene ahora una “extrema debilidad política”, agravada por la fuga de Joaquín el Chapo Guzmán, y las acusaciones por casos como el de lacasa blanca.
Schettino dice que Beltrones será mucho más directo o agresivo que su antecesor, César Camacho, y que sabrá utilizar su garra política para sacar adelante negociaciones importantes, incluso sin que ese proceso tenga exposición mediática, es decir, a puerta cerrada.
“No forma parte del grupo del Estado de México, y del estado de Hidalgo, que han sido quienes han estado cerca del presidente Peña Nieto, pero es un político muy destacado del PRI, y yo creo que no debe tener duda alguna el presidente de que Beltrones va a ser leal al partido y al mismo presidente”, comenta.
Respecto a lo que puede perder el PRI, López Montiel apunta que será difícil para Beltrones despertar entusiasmo entre los jóvenes, una meta que planteó el presidente en un discurso el pasado 25 de julio, ante cientos de priistas.
¿Será candidato en 2018?
Los analistas coinciden en que Beltrones puede saltar de la dirigencia del PRI a ser candidato a la presidencia.
“Por más que Manlio Fabio Beltrones diga que no está en sus planes, pues todo el mundo lo apunta ya como entre los precandidatos”, dice Campos.
Beltrones afirma que no se puede ser árbitro, como dirigente del PRI, y al mismo tiempo jugador con aspiraciones presidenciales.
Pero a más tardar en 2017, pronostica Hernández, habrá de renunciar, para ya no ser más el árbitro que dice ser, “y pasar a la condición abierta de jugador”.
Al respecto, Peña Nieto está en una situación contradictoria, dice Nicolás Loza, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
“Por un lado sabe que Beltrones representa a un grupo importante dentro del PRI, que se trata de un político con todas las credenciales para dirigir a su partido, que eso es benéfico para él mismo como presidente”, comenta el profesor.
Sin embargo, añade, al fortalecerse la figura de Beltrones se reduce el margen para que Peña Nieto se ubique como el “gran elector” y defina al candidato priista a la presidencia, su posible sucesor.
Con información de: CNN